Esta semana, la histórica carrera celebra su 70ª edición y ha contribuido a transformar la otrora adormecida colonia portuguesa en una ciudad de fiesta del Lejano Oriente, famosa por sus casinos.

Puede que el circo de la Fórmula 1 haya aterrizado en Las Vegas, pero los amantes del motor y los grandes apostadores asiáticos han regresado al territorio chino de Macao después de que el Gran Premio se tomara un descanso forzoso de cuatro años a causa de la pandemia.

A sólo una hora en ferry al oeste de Hong Kong, Macao tiene licencia para emocionar -dentro y fuera de la pista- con su embriagadora mezcla de acción de alto octanaje y entretenimiento las 24 horas del día iluminado con luces de neón.

Cuenta con un complejo turístico que sigue el modelo de Las Vegas, con una réplica de la Torre Eiffel, el mayor casino del mundo y un volumen de apuestas que eclipsa al de la Ciudad del Pecado de Nevada.

A diferencia de la nueva parada de la F1 en Estados Unidos, también tiene un Gran Premio cargado de historia.

Se fundó en 1954, cuando Macao se hallaba en la depresión económica de la posguerra y sus principales exportaciones eran cerillas y fuegos artificiales.

La combinación de la Fórmula 3, los turismos y las carreras de motos en el desafiante -y a veces mortal- circuito urbano de Guia, de 6,2 km, se convirtió en el catalizador del asombroso crecimiento de Macao.

También ha sido un campo de pruebas para las futuras estrellas de la F1.

Los futuros campeones del mundo Lewis Hamilton, Sebastian Vettel y Nico Rosberg demostraron su precocidad en este circuito que serpentea entre el moderno perfil de Macao y su arquitectura colonial.

"Si son rápidos aquí, lo serán en cualquier parte", declaró a la AFP en el paddock Tim Huxley, empresario de Hong Kong y antiguo propietario de una escudería, quien añadió que "es una verdadera prueba de talento".

Hamilton, con 19 años, fue segundo en 2004, sólo superado por otra futura estrella de la Fórmula 1, Robert Kubica. Rosberg fue cuarto.

Luke Browning, un inglés de 21 años vinculado a Williams, marcó la vuelta más rápida en la F3 en su debut en Macao.

"Esta es la carrera a la que muchos directores de equipos de Fórmula 1 prestan mucha atención", añadió Huxley. "Realmente muestra un buen potencial".

Ningún otro lugar como éste

La tercera semana de noviembre en Macao es un retroceso a los primeros días del automovilismo.

Las multitudes parecen estar en lo más alto de la pista, los temerarios pilotos lo arriesgan todo y las banderas rojas tras los accidentes son la norma más que la excepción.

Los peligros son reales. A lo largo de los años se han producido 17 accidentes mortales, nueve de ellos sobre dos ruedas.

La última fue hace seis años, cuando el motociclista británico Daniel Hegarty, de 31 años, murió en el acto en un accidente.

Un año más tarde, las imágenes de vídeo de Sophia Floersch, piloto de F3 de 17 años, se hicieron virales después de que el coche de la alemana saliera despedido a 273 km/h y volara por encima de los coches hacia atrás hasta chocar contra la valla de contención de la curva Lisboa en un aterrador incidente.

Floersch sufrió una fractura de vértebras, pero regresó un año después, demostrando que el ambiente único de Macao y su descarga de adrenalina crean adicción.

"No hay ningún otro lugar como éste en el mundo", declaró a la AFP Michael Rutter, el gran piloto de motociclismo, a las puertas de su garaje FHO Racing BMW Motorrad, antes de salir a la clasificación final del Gran Premio de motociclismo.

Rutter corrió por primera vez en Macao en 1994, ganó por primera vez en 1998 y logró una novena victoria récord en el circuito en 2019, declarado vencedor mientras lideraba una carrera que tuvo dos banderas rojas y no terminó.

"La pista se adapta a mi estilo", dijo Rutter modestamente sobre su increíble récord que abarca tres décadas y también cuenta con tres segundos puestos.

"Soy un piloto ordenado y no me apoyo demasiado en él, y creo que eso ayuda".

A la edad de 51 años, el inglés está intentando conseguir su décima victoria en Macao, un récord, a los mandos de una nueva superbike BMW 1000cc para un nuevo equipo.

¿Qué le hace volver?

"Estar aquí ahora y que haya coches, motos, coches de Fórmula 3 y un poco de todo. Es simplemente único".