Los Pistons ya se habían convertido en el primer equipo en perder 27 partidos seguidos en una misma campaña tras su derrota del martes ante los Brooklyn Nets. Ahora son el segundo equipo que pierde 28 seguidos, uniéndose a los Philadelphia 76ers (entre las temporadas 2014/15 y 2015/16).
El mate de Kristaps Porzingis -después de que Jayson Tatum capturara el rebote de un tiro fallado por Isaiah Livers- selló la victoria, dando a los Celtics una ventaja de 123-117 con sólo 45,2 segundos restantes en el tiempo extra.
Boston alcanza un récord perfecto de 15-0 en casa, mejorando a un balance global de 24-6. Eso sí, no fue una victoria cómoda, algo que Joe Mazzulla advirtió: "Cada vez que pierden, juegan más duro porque quieren ganar. Eso es lo que va a pasar".
El peor equipo de la NBA en tiros de tres puntos convirtió 13 lanzamientos, dos más respecto a los 11 de Boston. Los visitantes dispusieron de 31 segundas oportunidades y, gracias a Cade Cunningham, que anotó 22 de sus 31 puntos en la primera parte, lograron una ventaja de hasta 21 puntos (47-66 al descanso).
"Aportan espíritu"
Cunningham añadió seis rebotes y nueve asistencias y Jaden Ivey anotó 22 puntos y 10 rebotes. Pero los 19 errores de los Celtics se tradujeron en 27 puntos, que resultaron demasiado para remontar. Los Celtics tomaron el relevo con un tercer cuarto dominante, superando a los Pistons por 35 a 16 puntos para llegar al último cuarto empatados 82-82. Detroit no se rindió.
Detroit no se rindió, tomando dos veces una ventaja de cuatro puntos. Una bandeja de Tatum seguida de un triple de Porzingis dio a Boston una ventaja de seis puntos a falta de 1:56 para el final del último cuarto, pero un triple de Bojan Bogdanovic igualó el partido a 108-108 y se tuvo que recurrir a la prórroga.
El jugador letón sumó 35 de anotación y Tatum consiguió un doble doble (31P y 10A) para un equipo que no pudo contar con el lesionado Jaylen Brown. Además, Derrick White anotó 10 de sus 23 puntos en el tiempo añadido.
Una vez más, el entrenador de los Pistons, Monty Williams, se deshizo en elogios hacia sus jugadores. "Aportan espíritu, integridad y dureza a la pista cada día", dijo. "Están sufriendo ahora mismo, y yo sufro por ellos", agregó.