La Mamba vasca activó su veneno con 11 puntos tras el ecuador para conducir al cuadro azulgrana a un nuevo triunfo ante la Penya y romper, de paso, las negativas sensaciones que había dejado la doble jornada europea. No era fácil superar ese trago. Como tampoco lo fue para el Joventut suplir la ausencia de Ante Tomic, de baja por el fallecimiento de su padre.
Ya desde el salto inicial se vio que los de Grimau iban a mostrar su mejor versión. En un abrir y cerrar de ojos ya habían abierto brecha (10-21). Llegaron entonces buenos momentos de los verdinegros, que habían recibido con aplausos en los prolegómenos a sus ex Ricky Rubio, Joel Parra y Nico Laprovittola, para endosarles un 10-0 e igualar a 28, ya en el segundo cuarto. Incluso llegaron a ponerse por delante, pero la maquinaria azulgrana no permitió que durase demasiado.
A los vestuarios se marcharon 40-45. Y tras la reanudación, los citados picotazos de Brizuela que elevaron la renta a 55-70. Aún quedaba un último cuarto, si bien ya nada iba a parar a un Barça que se escapó de 22 y que terminó ganando 75-93 después de que, en los últimos segundos, se produjera el debut en el Joventut del junior Plattew, que sumó un tapón, un rebote ofensivo y una canasta en su único lanzamiento.