El Olympiacos se puso por delante por primera vez más arrancar, un 1-0 que se desvaneció de forma precoz gracias a un 0-6 de los que este viernes, pese a ser una sede neutral, actuaban como visitantes. Pequeños parciales favorables al Mónaco provocaron que el dominio fuese íntegro hasta el descanso, con una ventaja que llegó a ser de 12 puntos cuando la bocina sonó para indicar que los jugadores debían pasar por vestuarios. El parón, por supuesto, fue muy bienvenido por los griegos.
Los de El Pireo estaban teniendo muchas dificultades para frenar a Mike James, capaz de irse a 13 de anotación en los 15 minutos que estuvo sobre el parqué hasta el entretiempo -con sólo un tiro fallado entre los 12 que ejecutó-. Tampoco se quedó muy atrás Jordan Loyd, quien se quedó muy cerca de los dobles dígitos de cara al aro rival (nueve). Por parte del rival, Aleksandar Vezenkov, máximo referente, tardó más de lo común en engancharse al partido.
El espectacular inicio del conjunto liderado por Georgios Bartzokas permitió que se le diera la vuelta al marcador (14-0 para empezar el tercer cuarto). De repente, el combinado francés había sido arrollado por una tormenta que no pudieron frenar y que se personalizó sobre la figura del mencionado Vezenkov, que se convirtió en la principal pesadilla junto a Kostas Papanikolaou. Su papel fue determinante para romper el choque y dejar lista para sentencia la primera semifinal de la Euroliga.
Los de Saša Obradović intentaron llegar con opciones a los compases finales, pero casi no bajaron de las dos cifras de desventaja en el cuarto definitivo. La ola había pasado por encima y sacar la cabeza ante un rival crecido y de tanta calidad parecía casi una utopía. Aparte del búlgaro (cerró acta con 19 puntos, dos más que James), Papanikolaou no se quedó atrás porque aportó otros 15 -igual que Elie Okobo- y sumó ocho rebotes. Al final, 76-62 gracias a un contundente 47-21 en la segunda parte.
Todas las estadísticas del duelo están disponibles en Flashscore.