Estaba satisfecho con su carrera el piloto asturiano a pesar de haberse puesto segundo en la salida, adelantando a Checo Pérez, y de los dos coches de seguridad que perjudicaron su estrategia de carrera.
"Cuando se nos da la oportunidad como en la salida, que estamos todos en igualdad de condiciones, ganamos una plaza y nos divertimos. Luego, cuando los coches bajan a su posición natural, es casi un milagro que acabemos séptimos", se sinceró en Dazn.
Aun así, está contento por extraer lo mejor del Aston Martin, un monoplaza que es "casi un segundo y medio más rápido que el del año pasado como vimos en Japón, pero nuestros rivales son más fuerte. Somos como un segundo más lento que McLaren y Ferrari y conseguimos estar peleando con ellos. Hemos acabado por delante de Hamilton y Piastri, cosas que no son normales. Estoy muy orgulloso del equipo, hace unos años teníamos una fábrica como de karts y ahora estamos luchando con Mercedes y Ferrari, y queda aún mucha tela que cortar", ha comentado.
Además de ese séptimo puesto, un mundo en comparación con la pésima aportación de su compañero, Lance Stroll, Alonso se llevó de Shanghái un punto extra por conseguir la vuelta más rápida.