Mohamed Katir (25) brilló en Mónaco en una prueba que tuvo un nivel bastante alto, ya que nueve atletas fueron capaces de bajar de 13 minutos en los 5.000 metros. Él lo consiguió con mucho margen porque llegó a meta en 12:45.01, una marca que bien vale para batir el récord europeo... y que ni mucho menos pertenecía a un corredor cualquiera, sino al todopoderoso Jakob Ingebrigtsen (22).
Aunque en los 1.500 m, distancia en la cual mantiene su indiscutible dominio, es donde más brilla el nórdico, el liderazgo de sus piernas se extendían a un recorrido todavía más amplio hasta el viernes. Sin embargo, el de Mula apretó los dientes y escribió su nombre en el libro del atletismo para dejar atrás el registro de Ingebrigtsen. Y lo hizo, además, con bastante solvencia (12:48.45 era el anterior).
Katir alcanza su segunda plusmarca continental -en febrero se apuntó la de 3.000 m en la pista cubierta de Liévin con 7:24.68-. Tras su exhibición, explicó ante los medios oficiales de la Real Federación Española de Atletismo que ese era su "objetivo", de modo que se fue "contento". Aun así, admitió que "donde hay que hablar es en el Mundial", por lo que su prioridad no es otra que esa.
El pupilo de Gabi Lorente se vio "muy fuerte desde el inicio" y se mantuvo firme en su propósito, lo que supone un plus de confianza poco menos de un mes antes de que la cita de Budapest eche a andar. Allí, en territorio húngaro, es donde aspira a dar lo mejor de sí mismo para colgarse una medalla, con el oro entre ceja y ceja, e intentar vencer el pulso ante el noruego.