El noruego Ingebrigtsen, que este mes batió en París la marca mundial de los 3.500 metros en una prueba que rara vez se corre, hizo un tiempo de 3:28.72 segundos, menos de un segundo por debajo de su mejor marca personal, a pesar de la fría tarde en el Stade Olympique de la Pontaise.
"He tenido que hacer algunos ajustes en mi estrategia, he hecho más kilómetros en las dos últimas semanas", declaró Ingebrigtsen. "Todo es para llegar en la mejor forma posible al Mundial (que empieza el 19 de agosto en Budapest).
"No gané en Oregón y quiero solucionarlo en Budapest", añadió el noruego, que fue segundo en los 1.500 de los Mundiales de 2022 y ganó el oro en los 5.000.
El etíope Girma, que batió el récord mundial de obstáculos la misma tarde del 9 de junio en París que Ingebrigtsen, fue segundo con 3:29.51, récord de Etiopía.
En otras pruebas estelares, Katie Moon (32), de Estados Unidos, superó la marca mundial de 4,82 metros en su tercer intento para ganar el salto con pértiga.
Berihu Aregawi (22), de Etiopía, marcó un ritmo endiablado en los 5.000 metros masculinos y, a continuación, aguantó varios envites del ugandés Joshua Cheptegei (26) -incluido un movimiento final del plusmarquista mundial y campeón olímpico en la recta final- para ganar una carrera llena de nervios con un tiempo de 12:40.45, líder mundial.
"Estoy encantado de estar aquí y de ganar a Joshua", declaró Aregawi, que por poco se convierte en el quinto corredor de la historia que baja de la barrera de los 12:40. "Ha habido un gran ambiente. He disfrutado de esta carrera".
Un lanzador frustrado
El bicampeón olímpico Ryan Crouser (30) ganó el lanzamiento de peso masculino, pero el estadounidense sacudió la cabeza con frustración tras su lanzamiento de 22,29 metros, muy lejos de su récord mundial de 23,56 establecido en el Gran Premio de Los Ángeles el 28 de mayo.
"Para ser sincero, estoy un poco decepcionado", declaró Crouser. "Me sentía muy bien y tenía potencial para hacer un gran lanzamiento, por eso no estoy del todo contento. No obstante, una victoria es una victoria".
La keniana Mary Moraa (23) se impuso en los 800 metros femeninos, liderando la prueba desde el principio con un tiempo de 1:57.43, el mejor de la temporada.
"Ha sido una carrera muy dura y al final me he sentido completamente vacía", declaró Moraa. "El tiempo fue especialmente difícil para mí".
La británica Keely Hodgkinson (21 años), que tiene el mejor tiempo del mundo en los 800 esta temporada (1:55.77), intentó adelantar a Moraa a la salida de la última curva, pero la keniana se alejó en la recta final. Hodgkinson cruzó la meta en 1:58.37.
Beatrice Chepkoech (31), de Kenia, campeona mundial de 3.000 metros obstáculos en 2019, pasó a la líder mundial de esta temporada, Sembo Almayew (18), de Etiopía, a falta de una vuelta para el final y ganó en 9:05.98.
Marie-Josee Ta Lou (34 años), de Costa de Marfil, doble medallista de plata en los Mundiales de 2017, salió como una exhalación y se impuso con facilidad en los 100 metros femeninos con un tiempo de 10.88 segundos.
"Estoy contenta con mi carrera, pero no con mi tiempo", declaró Ta Lou. "Tendré que trabajar como siempre con mi entrenador. Las condiciones no eran ideales, hacía frío para mí. Pero estoy contento, al menos he corrido por debajo de la barrera de los 11 segundos".
Letsile Tebogo (20), de Botsuana, corrió en 20.01 para ganar los 200m masculinos. El campeón olímpico canadiense Andre De Grasse (28), que ha tenido un comienzo lento en una temporada de cambios -dejó a su entrenador Rana Reider para trabajar con el irlandés John Coghlan-, fue sexto.
Quique Llopis, quinto
El valenciano se tuvo que conformar con la quinta plaza después de una mala salida en su prueba de los 110 metros vallas. Se quedó, con 13.43, a 13 centésimas de su mejor marca de la temporada. El vencedor fue el japonés Shunsuke Izumiya con 13.22.