Los organizadores esperan que la ceremonia inaugural, en la que 160 embarcaciones con atletas de todo el mundo recorrerán un trayecto de seis kilómetros a lo largo del río Sena en dirección a la torre Eiffel, ofrezca un espectáculo asombroso. Unos 300.000 espectadores presenciarán el espectáculo desde las orillas, mientras una audiencia mundial lo sintoniza por televisión.
Pero la ceremonia es también un importante quebradero de cabeza para la seguridad, ya que se celebra con las guerras de Ucrania y Gaza como telón de fondo. El presidente francés, Emmanuel Macron, ya ha planteado la posibilidad de suprimir la ceremonia en el río y recurrir a, al menos, dos planes alternativos si los riesgos de seguridad se vuelven insostenibles.
Los residentes de París con vistas al Sena pueden invitar a sus amigos a ver la inauguración de los Juegos de Verano de 2024 desde sus balcones, pero deben prepararse para el tráfico pesado y la circulación limitada, dijo el jefe de la policía de París, Laurent Núñez, en una conferencia de prensa.
Las estaciones de metro adyacentes, la mayoría de los cruces de ríos y todo el tráfico fluvial se detendrán en la semana previa a la ceremonia al aire libre, dijo Núñez, añadiendo que algunos puentes permanecerán abiertos "para no cortar París en dos mitades."
Todos los que quieran acceder a las inmediaciones del Sena durante la semana previa a los Juegos tendrán que inscribirse en una plataforma en línea, explicó Núñez. Lo mismo tendrán que hacer los residentes locales que deseen acceder a sus domicilios, que figuran entre las direcciones más prestigiosas de Francia.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que también intervino en el acto, dijo que la interrupción afectaría a unos 20.000 residentes y propietarios de negocios.
Preguntado por los comentarios de Macron a principios de mes, el jefe policial dijo que sus equipos seguían trabajando en el "Plan A" de la ceremonia del río. "A día de hoy, no tenemos motivos para estar preocupados".