Carolina Marín sabía, pese a ese triunfo reciente, que iba a ser un partido complicadísimo contra Zhang Yiman, pero tenía motivos para pensar en la victoria y en el pase a las semifinales del torneo germano. Fueron tres mangas y todas ellas se resolvieron por la mínima, por tan solo dos puntos de diferencia (19-21). Los detalles marcaron un encuentro de lo más ajustado, aunque con un final duro y cruel.
En el primer set, ligero dominio para la andaluza, que se mantuvo dominante y pocas veces se vio por detrás en el marcador. Cuando estuvo en dicha tesitura, la diferencia fue de tan solo un punto -y siempre muy lejos de esos 21-. La mejor ventaja fue de 11-7, aunque pronto se redujo a uno (12-11) e incluso pudimos ver un empate a 18 en un momento decisivo.
Se produjo la misma película en el segundo, pero claramente a la inversa. La asiática consiguió someter por momentos a Marín, aunque esta se quitó la soga y salió con vida (19-19, una situación similar a la que sufrió su rival unos minutos antes). La jugadora nacida en Huelva llegó a estar cinco puntos por debajo en el tanteador (8-13), diferencia considerable cuanto menos, pero sus esfuerzos por darle la vuelta y sellar el triunfo fueron en vano.
Cabía esperar que el último set, el definitivo, estuviese muy igualado en todo momento. No fue así. Carolina dio un gran paso hacia la victoria (16-9) y mantuvo un margen de cinco o seis puntos en varias ocasiones. Sin embargo, Zhang empezó a recortar de forma progresiva con algunos parciales timoratos y firmó la remontada gracias a un 0-6 demoledor que dejó el triunfo para la china a un solo paso (18-20). Ya al borde del abismo, Marín salvó la primera bola de partido, no así la segunda (19-21).