Carolina Marín continúa con paso firme en el Abierto de Francia que se disputa en el Stade Pierre de Coubertin de París. La campeona olímpica en Río de Janeiro no tuvo ni que salir a la pista para pasar a cuartos puesto que su adversaria, la estadounidense Beiwen Zhang, sufrió un "desgarro grave en el muslo derecho", tal y como anunció la propia jugadora en sus redes sociales.

Por si alquien pudiera poner en duda su mérito al pasar a cuartos de final sin tener que jugar ni un punto, la onubense fue un torbellino en dicha ronda que le enfrentaba a la china Yue Han, en el puesto 15 de la clasificación y que ya le había ganado con relativa facilidad (21-15 y 22-20) hace una semana en el Abierto de Dinamarca.

Pero en esa ocasión todo fue diferente porque la número seis del ranking mundial no le dio ninguna opción a la asiática y se impuso por 21-14 y 21-15. El primer set comenzó de manera igualada, con rachas por parte de ambas jugadoras hasta el 12-11 para la china. En ese momento, la española aceleró y consiguió un parcial de 11-2 para confirmar la mejora que está experimentando semana a semana.

En la segunda manga, Marín no permitió que su rival se hiciera ilusiones ante un posible partido que se alargara un set más. Con 6-6, la española ganó diez de los siguientes once puntos, haciendo imposible el intento de remontada de Han y cerrando el choque plácidamente. 

La número uno del mundo espera en semifinales

No lo tendrá fácil Carolina Marín si quiere revalidar un título que ya consiguió en 2014. En la penúltima ronda se medirá a la mejor jugadora del mundo, la japonesa Akane Yamaguchi. Ambas son ya viejas conocidas, no en vano será la decimoquinta vez que se enfrenten en un balance que, con 7-7, no puede estar más igualado, aunque la última batalla se saldó con victoria de la asiática en los cuartos de final del pasado Mundial en Tokio, un torneo que se acabó llevando.

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