Stefanos Tsitsipas (24) sudó para conseguir el billete, como no podía ser de otra manera, pero lo consiguió de forma solvente y segura sin quedar exento de algún que otro susto al final. Karen Khachanov (26), derrotado en el tie break, pudo llevarse el primer punto del partido tras casi 60 minutos, aunque a partir de entonces ofreció algo menos de oposición pese a que en ningún momento desistió en su intento por darle la vuelta a la situación.
En la primera manga, 20 errores no forzados entre el griego y el ruso. Los saques tuvieron menos valor de lo normal dado que uno y otro perdieron el servicio en hasta dos ocasiones cada uno, y en ambas ocasiones de forma consecutiva. La locura se instaló en la primera semifinal de un partido condenado al superdesempate (2-7). Espectáculo más que servido en el set inaugural.
Tsitsipas se mostró todavía más contundente en el siguiente, aunque dejó pasar tres puntos de break para, muy pronto, romperle el saque a su rival cuando reinaba el empate en el marcador (1-1). No falló más adelante, varios juegos más tarde y en el momento más decisivo, una vez estableció el 4-6 con una versión muy fiable que dejaba la remontada en una posibilidad muy reducida.
El pronóstico más esperado
Servía con 4-5 a favor en el tercer set para sellar el triunfo, pero entonces perdió el servicio y Khachanov se permitió el lujo de prolongar el duelo otros tantos minutos más. De nuevo quedaba todo supeditado al tie break, con dos tenistas que lo afrontaban de forma radicalmente opuesta: uno, al borde de decir adiós al Open de Australia; otro, motivado por evitar cualquier tipo de susto. Y ganó el primero, que salvó dos bolas de partido y renunció a despedirse tan pronto.
Pese al subidón moral con el que llegaba el ruso, bastante más temprano de lo esperado se vio con una importante desventaja en el marcador (0-3). De nuevo, la sensación volvía a ser exactamente la misma que durante gran parte del choque: la de un jugador superior y con bastante más rodaje en partidos de estas características, aunque todavía inexperto en lo que a finales de este Grand Slam en concreto se refiere. Tras las dos anteriores y una más, a la cuarta y definitiva oportunidad, llegó la victoria por 3-6.
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