Increíble pero cierto. Se esperaba que fuera un partido duro para Jannik Sinner contra el número 4 del mundo, Daniil Medvedev, que llegaba con ganas de revancha tras la final perdida con remontada incluida en el Abierto de Australia, pero en lugar de eso resultó ser un paseo para el italiano. El ruso apenas hizo acto de presencia en la pista, aturdido también por el juego del tirolés del sur, que le hizo correr de revés de un lado a otro para después golpear la línea larga.
Ya en el segundo juego, con 1-0, Sinner se dio cuenta de que el ruso no estaba centrado esta tarde. Regaló dos puntos de break que luego salvó con el primero, pero en el tercer regalo Sinner no dio opción y logró la rotura. Medvédev intentó una reacción orgullosa en el tercer juego, consiguió dos puntos de ruptura en el 15-40, pero Sinner los anuló y se llevó el juego a casa. A partir de ahí, el ruso desapareció de escena.
En el siguiente juego, el del Tirol del Sur siguió aprovechándose de los errores de su oponente. El ruso salvó tres puntos de ruptura, pero no el cuarto, y se puso con un 4-0 adverso. Medvédev tiró de orgullo para evitar el rosco y anotó su primer punto en el sexto juego, pero para Sinner entonces fue pan comido cerrar 6-1.
Se esperaba un Medvedev muy diferente en el segundo set, ya que estamos acostumbrados a verle subir de nivel. En cambio, una vez más se demostró que estábamos equivocados, porque el número 4 del ránking de la ATP se mostró impotente. Si Sinner estuvo casi perfecto, incluso ajustando su porcentaje de primeros saques en comparación con sus últimos partidos en el torneo (siete aces), Medvedev nunca fue capaz de encontrar contramedidas a nivel táctico ni de volver a meterse mentalmente en el partido.
Tanto es así que en el primer juego del segundo set sufrió otro break, esta vez a cero, de nuevo debido a errores gratuitos. En el cuarto juego, con 3-1, el del Tirol del Sur bajó el ritmo, cometió algunos errores y el ruso consiguió un punto de break, pero fue sólo un espejismo porque Sinner ganó su juego de servicio aprovechando los puntos con el primer saque, del que hoy carecía el ruso, y se puso 4-1 por delante.
En el siguiente juego, el del Tirol del Sur consiguió dos break points más al ponerse 15-40, esta vez sólo uno fue suficiente porque Medvedev mandó fuera una derecha y se bajó el telón: 5-1. Medvedev lo intentaba pero está claro que no sabía cómo salir de ahí. Nada funcionó y Sinner continuó haciéndole correr en ambos sentidos, ejecutando puntos certeros.
Y así, otro golpeó a la red dio a Sinner la ventaja de 5-1, luego el ruso sufrió, siguió cometiendo errores (dos de ellos de principiante) pero mantuvo su saque, intentó reaccionar adelantándose 0-30 en el juego decisivo, pero Sinner fue implacable: remontó, aceptó el envite, esperó el error de su rival y cerró el partido sin piedad 6-1 6-2. Ni siquiera un búho revoloteando en la pista en los últimos compases del partido ayudó a invertir la tendencia. En la final Sinner espera al ganador del duelo entre Grigor Dimitrov y Alexander Zverev
Sinner: "Soy un jugador diferente al de hace un año"
"Hoy me he sentido muy bien en la pista, estoy muy contento de cómo ha ido todo. Él cometió muchos errores y yo los aproveché". Así se expresó Jannik Sinner tras su clara victoria sobre Daniil Medvedev en las semifinales de Miami. "Esperaba un partido muy duro y si me hubiera roto el servicio al principio del partido habría sido un partido diferente. Veremos cómo va el domingo".
Derrotado hace un año en la final por el ruso, Sinner dijo que ahora se siente "un jugador muy diferente y una persona muy diferente. La noche anterior no podía dormir. Ahora manejo mejor estas situaciones y espero jugar bien en la final. Si gano bien, si no, tendré otras oportunidades".