Roberto Bautista afrontaba el encuentro con la ilusión de pasar de ronda y poder reencontrarse con el mallorquín, de vuelta tras dos meses alejado de las pistas. Aunque venía de perder contra el danés Holger Rune, había logrado recientemente algunas victorias de bastante mérito (frente a Andy Murray o Stan Wawrinka, dos de los veteranos del panorama actual). Esta vez se medía a un oponente mucho más joven (25 años).

Empezó bastante mal el partido para el español, ya que desperdició el hecho de arrancar sacando, aunque estuvo cerca de darle un importante giro de guion al juego inaugural porque salvó cuatro puntos de break. Tommy desaprovechó esta ventaja con un marcador de 1-2 y volvieron las tablas, pero cuando parecía que el tie break era una opción más que real para decidir al ganador de la primera manga, el actual número 20 del ranking ATP perdió el servicio y, minutos más tarde, claudicó por 4-6.

Pudo cambiar la película al principio del segundo set cuando Bautista no consiguió aprovechar una bola de break que tuvo a su favor para establecer el 2-0, al contrario que Paul, quien estuvo efectivo cuando se le presentó una situación similar. El 2-3 sirvió para que el castellonense, en el alambre de nuevo un poco más adelante, perdiera el servicio. Mucho más rápido fue el siguiente, que dejó al norteamericano al borde del triunfo pese a los intentos forzados del experimentado tenista, impotente a la hora de evitar el 4-6 definitivo.

Los números suelen engañar muy poco y en este caso, como se ha visto también en la pista, reflejan que fue un partido bastante equilibrado pese a no llegar al tercer set. Algo mejores son los porcentajes en el servicio y en el resto para Tommy Paul, que cometió más errores no forzados (20 frente a 16). En cuanto a los golpes ganadores, como es de esperar, este último se impone con mucha autoridad (25 a 10).

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