No está en su mejor condición física después de haber disputado casi 70 partidos al máximo nivel, pero Carlos Alcaraz ha minimizado esas molestias que lleva arrastrando en una rodilla desde hace una semana. "A final de temporada salen a la luz los problemas físicos y es normal, hay que lidiar con ellos y mostrar la mejor versión". 

De ahí que no busque excusas para su debut este miércoles ante el japonés Yoshihito Nishioka, que derrotó a Karatsev. "Todos tenemos problemas físicos y en mi caso no es nada serio", ha insistido.

Centrado en el nivel deportivo, para Alcaraz, el gran favorito en este Masters 1000 de París, el último del año de esta categoría, es su verdugo en Suiza, Felix Auger-Aliassime. "Está intratable, aunque muchos otros jugadores pueden ganar este torneo. Yo no me quito de esa lista", ha explicado con desparpajo. 

Hay que recordar que en la pasada edición, el murciano se quedó en octavos, apeado por Hugo Gaston. Todo lo que sea mejorar ese resultado será bueno para continuar en lo más alto del ránking ATP, algo que no le quita el sueño. 

"Hay otros grandes jugadores que tienen oportunidad de adelantarme. Es mi objetivo acabar el año como número 1, pero no me lo tomo como una presión y sí como un aliciente para mostrar un mejor tenis y seguir creciendo", ha declarado después de recibir el imponente trofeo como número 1 del mundo.