El banquillo del Atlético de Madrid genera más noticias que su plantilla o sus resultados. El cuarto lugar de la tabla -que otorga una plaza para la Champions- no es suficiente. La hinchada quiere más. Los títulos son, en esencia, el llamado que efectua la afición colchonera que, casada de los subcampeonatos, pretende celebrar nuevos trofeos. 

Diego Simeone emerge como una duda enorme. El argentino instaló el A.D.N colchonero. El juego rojiblanco ocurre gracias a él pero los cambios que supone el tiempo impulsan a la directiva a estudiar alternativas por primera vez en 11 años. 

Aunque no existe una información oficial, los rumores empiezan a surgir a la orden del día. Simeone tiene contrato hasta el 2024. Es claro que el Atlético de Madrid no lo va a despedir. Él le ha entregado al club sus mejores años y la directiva de Miguel Ángel Gil es conciente de ello. 

La continuidad de Simeone dependerá de él. Se ha ganado el derecho a decidir. Mientras que el argentino confirma si sigue o no en el banquillo colchonero, existe un entrenador que tiene al club rojiblanco como su gran deseo. 

Se trata de Marcelino García. 

El bilbaino sigue sin equipo después de su estrepitosa salida del Valencia. En Mestalla las cosas terminaron mal con Lim. El entrenador, sin embargo, no ha perdido su prestigio. De hecho sonó para sustituir a Luis Enrique en la selección española. 

La RFEF se decantó por Luis de La Fuente y Marcelino quedó en veremos. 

Según apuntan diversas informaciones, Marcelino ya pasó su currículum a la directiva de Miguel Ángel Gil. El entrenador ha cambiado de agente -ahora está con García Quilón, cercano al Metropolitano- y el movimiento llama la atención de los atléticos. 

Además de Marcelino, Mauricio Pochettino -antiguo entrenador del PSG y del Tottenham- también aparece en la lista de candidatos a sustituir a Simeone. El argentino es respetado en LaLiga. Se encuentra en condición de agente libre y sus pretenciones salariales no están lejos del presupuesto rojiblanco.