Loïc Badé afrontará en Sevilla su primera experiencia en España y, pese a tener 22 años, podrá presumir de competir en dos de las ligas más importantes del fútbol europeo. Ya sabe lo que es jugar en Francia, pero no en Inglaterra contra todo pronóstico (respecto a lo que podía esperarse cuando se anunció su llegada). Pese a esta mala experiencia, está llamado a debutar en su nuevo equipo más pronto que tarde.
A comienzos de la siguiente semana, se llevará a cabo la tramitación de la documentación pertinente y será entonces cuando Jorge Sampaoli podrá disfrutar de un central más para su maltrecha zaga, la misma en la que no estará durante un tiempo Marcão, un jugador que se ha visto lastrado por las lesiones desde que aterrizó en la capital andaluza. Kike Salas (autor del gol contra el Celta de Vigo) y José Ángel Carmona (hizo dos en el triunfo ante el Espanyol) han tenido más protagonismo de lo normal.
El jugador diestro de 1,91 metros, según la presentación del propio club, destaca por "su juego aéreo y también por su buen desplazamiento en largo". Además, es internacional con la sub-21 de Francia, país en el que ha desarrollado toda su corta carrera. Empezó en la segunda categoría hace tres temporadas (con Le Havre) y de ahí se marchó al Lens, ya en la Ligue 1, para superar la treintena de participaciones en el torneo regular (31 en total y vio 11 amarillas).
Ya en el Rennes disputó 21 encuentros entre todas las competiciones, sin llegar a consolidarse en el once, de ahí que el conjunto galo optara por su salida en forma de préstamo. No fue un buen destino el Nottingham Forest porque debutó durante el parón por el Mundial de Catar, en un amistoso contra el Stoke City (y repitió después frente al Valencia). Llega a la capital hispalense, por tanto, sin ritmo de competición, una situación que no parece ideal.