Llevan ocho victorias en los ocho partidos que se han disputado hasta la fecha en el campeonato regular, pero esto no es ninguna anomalía en el caso del Barcelona, que lleva liderando de forma ininterrumpida desde hace 11 años y no parece que vaya a dejar de hacerlo pronto. Granollers y Ciudad Encantada, con seis triunfos y dos derrotas, son los que le siguen la pista de cerca.
La hegemonía del conjunto catalán en balonmano es indiscutible. Más allá de la competición doméstica, esta superioridad también se ha visto reflejada tanto en la Copa del Rey como en la Copa Asobal. Son 26 títulos en el caso de la primera y diez de forma consecutiva, igual que la Supercopa de España (dos menos en total); respecto al segundo torneo, hablamos de 17 unidades en las vitrinas y otros 11 años de éxitos permanentes.
Curiosamente, la última derrota en Asobal no fue en la pista, sino en los despachos. Los azulgranas cometieron una infracción al alinear a Youssef Ben Ali contra el Torrelavega. No podían hacerlo porque el jugador había sido inscrito después del día original del encuentro, que se aplazó. El club interpretó que contaba la nueva fecha en lugar de la prevista en un primer momento, de ahí que la Real Federación Española de Balonmano diera la razón a los cántabros. Ha pasado algo menos de un año desde que se disputó dicho partido.
Desde 2018 no caían los culés en el torneo liguero (contra el Granollers, por 28-29). El duelo catalán se saldó con el meritorio triunfo del conjunto de la localidad vecina, que no lo hace desde entonces. Los vigentes campeones llevaban invictos en dicha competición desde 2013, es decir, cinco años, o lo que es lo mismo: 145 victorias consecutivas desde que el Naturhouse La Rioja (33-31) ajusticiara al Barcelona, menos imperial entonces que ahora.
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