El orden es una de las cualidades que sorprenden en el fútbol. En el auge moderno, que rompió los conceptos de "identidad", "ADN" y "posesión", el orden sigue siendo uno de las fortalezas de unas selectas plantillas. Los conjuntos que encuentran ese equilibro sobreviven ante las dificultades y eso, precisamente, es lo que ha alcanzado el Cádiz en la séptima jornada de La Liga. 

El modesto equio de Sergio González, que sufrió una aparatosa derrota por 0-4 ante el FC Barcelona en la sexta fecha liguera, le ha aguantado el pulso al Villarreal de Unai Emery, que regresará al Madrigal con un punto que sabe a derrota. 

El partido era, desde un inicio, un duelo de dos entrenadores que apuestan por el juego directo. En las previas se habló acerca de un encuentro cerrado, con pocas ocasiones y con la táctica por encima de los ataques. 

Los planteamientos de los analistas deportivos no eran descabellados. En la cancha del Nuevo Mirandilla los dos técnicos han puesto en escena a dos equipos cortos, cerrados y que esperan, como un francotirador, el momento preciso para apretar el gatillo y, de esa manera, generar un contragolpe letal. 

El 4-4-2 del Cádiz era un espejo del 4-4-2 del Villarreal. Los de Sergio González, golpeados tras un pésimo resultado frente al Barca, esperaban hacer lo que han hecho hoy: resistir, persistir y nunca, pero nunca, desistir. El submarino amarillo, por su lado, ha salido al Nuevo Mirandilla buscando un triunfo y se han ahogado en su propio esquema, en la falta de eficacia de su frente de ataque y en una nómina que, por momentos, parece corta. 

El Villarreal fue mejor que el Cádiz a lo largo del partido. Los de Unai Emery, sin embargo, no han sido acertados a la hora de definir sus oportunidades. Ledesma, el portero del Cádiz, terminó como la figura del cuadro local. Este sábado, por fortuna, la actuación del guardameta tuvo que ver con las intervenciones que realizó y no con un acto extradeportivo o un suceso médico, como el ocurrido en el duelo anterior contra el Barcelona en donde se dio aquella imagen de Ledesma corriendo con un desfibrilador en mano. 

El encuentro ha terminado con un pálido 0-0 que le entrega mejores sensaciones al Cádiz que al visitante. Los locales han obtenido un punto valioso que les brinda la posibilidad de sumar en la carrera por mantener la categoría. El Villarreal, en contraste, ha dejado pasar la alternativa de añadirle más puntos a su estadística y ve como sus contendientes en la lucha por los puestos de Champions podrían alejarse. 

El Villarreal jugará entre semana contra el Austra Viena en la Europa League; en La Liga, los de Emery tendrán un partido de infarto ante la Real Sociedad en San Sebastián. El Cádiz, en contraste, recibirá al RCD Espanyol en un encuentro directo por la permanencia.