Esta es la historia de un partido en el que la Real Sociedad salió a remontar el 0-2 con el que se vino de Roma y se encontró con un equipo, con sello de Mourinho, que planteó una batalla en la que el balón no tenía por qué ser protagonista. Nada nuevo, por otra parte. Así que no extrañó que el árbitro tuviera más trabajo que de costumbre por las constantes luchas, faltas y encontronazos. Es decir, que en ese contexto se impuso la idea de los italianos de parar el encuentro, llenarlo de interrupciones, pérdidas de tiempo y protestas.
No fue hasta la media hora cuando la Real por fin se liberó con cierta claridad y pudo probar a Rui Patricio con un disparo desde la frontal de Brais Méndez que atajó bien el meta. Poco después sería Mikel Merino quien lo intentaría, encontrándose también al guardián luso.
La Roma, mientras Mou calentaba la oreja al cuarto árbitro, sólo amenazaba a balón parado. Lo había hecho en los compases iniciales con Smalling. Después llegaría un lanzamiento de Dybala que se desvió en Sorloth y no entró de milagro. Sí entró cuando, en un córner cerrado de la Joya, Smalling introdujo el balón en la portería. Por suerte para la Real, y para Zubimendi, que había perdido la posición, el inglés tocó con la mano.
Fue un enorme susto que se llevaron los txuri-urdin. No más importante que el de Karsdorp, que tuvo que abandonar poco antes del descanso el césped sangrando con la nariz tras un encontronazo con Diego Rico, quien se llevó una amarilla por llegar tarde. Porque le dio con el hombro que si no...
Monólogo sin premio
Con la mente limpia tras el paso por vestuarios, se reanudó el choque con un centro maravilloso de Brais a Sorloth, que se había quedado solo en el área pequeña. El error del noruego con la testa, incomprensible. A estos niveles, y más intentando remontar, esos fallos no se pueden cometer. No perdieron la fe los de Imanol, que monopolizaron el balón y acorrolaron más a la Roma, si bien el área capitalina estaba más concurrida que el Coliseum en temporada alta y no había forma de sortear tantas piernas.
A base de insistencia lo lograron en un córner en el que los italianos dejaron solo a Oyarzabal. El capitán se encontró, primero, con Rui Patricio y luego, en el rechace, con el larguero. Que ese balón no acabase en gol es inexplicable. Como el cabezazo de Zubeldia en carrera en otro centro genial de Brais. Cuántas ocasiones claras, cuántos huys. Ahí estuvo la eliminatoria que terminó llevándose una Roma que acabó con uno más tras la expulsión de Carlos Fernández y que supo defender con su guardia pretoriana todas las embestiadas realistas para colarse en los cuartos.
Jugador Flashscore del partido: Brais Méndez (Real Sociedad).
Todos los detalles del encuentro Real Sociedad-Roma, en Flashscore.