La Roma de Mourinho asfixia a una Real Sociedad impotente y se lleva el primer asalto (2-0)

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La Roma de Mourinho asfixia a una Real Sociedad impotente y se lleva el primer asalto (2-0)

El Shaarawy celebra el primer gol de la Roma.
El Shaarawy celebra el primer gol de la Roma.AFP
La Real Sociedad más impotente de la temporada cayó en el Olímpico de Roma por 2-0 en la ida de los octavos de final de la Europa League. El equipo italiano fue muy superior y no dio opción alguna a los vascos, que apenas tuvieron ocasiones ante el buen trabajo defensivo de los de José Mourinho y tendrán que remontar en el Reale Arena en la vuelta los goles logrados por El Shaarawy y por Kumbulla.

La historia a veces es tan caprichosa que nunca había deparado un enfrentamiento entre la Roma y la Real Sociedad en los 113 años de existencia de los donostiarras y los 95 de los italianos. Puede que la temporada que viene se vuelvan a ver en la Champions League si cada uno sigue su buen rumbo en sus respectivas ligas, pero la Europa League se antojaba como un marco suficientemente importante como para que el Olímpico se llenara hasta la bandera para presenciar un duelo inédito en el fútbol europeo.

El respeto de Imanol Alguacil por su colega José Mourinho, con quien intercambió elogios en la previa, y el hecho de que el portugués llevaba haciendo de su feudo un fortín casi inexpugnable (siete victorias de sus ocho partidos en 2023) hizo que el vasco optara de inicio por protegerse tanto con balón como si él en un 4-4-2 con la presencia de Illarramendi en el centro del campo y con Kubo y Sorloth como únicos puntas, aunque también entró de inicio Silva para tratar de filtrar balones al japonés y al noruego cuando fuera posible.

El ejemplo de un contragolpe perfecto

Aunque la idea no salió demasiado bien en los primeros compases del encuentro porque una de las principales armas de los giallorossi como son las transiciones rápidas impulsados, entre otros, por sus carrileros, fue explotada a las primeras de cambio pese a que Imanol avisara de ello en la previa.

En un contragolpe de libro, Dybala condujo el balón hacia el campo contrario. Al llegar a la frontal, vio el desmarque de Abraham, que se deshizo de Zubeldia con una fantástica finta sin tocar el balón y puso el balón en el segundo palo, donde apareció El Shaarawy para adelantar a los suyos.

Era el primer despiste, y ya le había costado un gol, de una Real Sociedad que tenía la posesión, aunque no así la profundidad necesaria. Y cuando Kubo, tras irse de Pellegrini, por fin logró superar la resistencia de la muralla romana para entrar al área por el costado derecho, se encontró con el poste.

Le costaba mucho al conjunto txuri-urdin imprimir la velocidad adecuada para poder hacer cosquillas a su oponente y se encontraba muy incómodo cuando llegaba a línea de tres cuartos.

De hecho, hasta comenzó a echarse atrás poco a poco ante la presión alta que en ocasiones ejercían los de Mourinho (Remiro incluso pudo liarla un par de veces tratando de sacar el balón jugado), que estuvieron cerca de marcar el segundo cuando Pellegrini, tras un centro-chut de Dybala, llegó algo forzado y no pudo dirigir mejor su remate.

La Real fue la impotencia hecha equipo

Tras el descanso, y viendo que jugando de esa manera no iban a marcar gol ni en cinco partidos seguidos, los de San Sebastián quisieron dar un paso al frente para inquietar a Rui Patricio imprimiendo un mayor ritmo en su juego, aunque la gasolina apenas les duró unos pocos minutos hasta que los rojiamarillos volvieron a imponer sus normas en ambos lados del campo.

Alguacil no hizo cambios en el entretiempo, pero sí que les pidió a sus hombres que probaran con lanzamientos lejanos teniendo en cuenta que era casi imposible sobrepasar la línea de tres centrales rival. Y fruto de esto llegó una buena oportunidad en las botas de Diego Rico, que se sacó un zurdazo a bote pronto que obligó al portero luso a estirarse para sacar una mano salvadora.

Los vascos estaban siendo un juguete en manos de una Roma que controlaba el partido, aunque no siempre fuera con la posesión sino con su buen posicionamiento táctico, a su antojo. Y en otra contra lanzada por Kumbulla, Belotti estuvo a punto de lograr el segundo para los locales, pero su disparo se estrelló contra la escuadra.

Puede que tardara más de la cuenta el técnico donostiarra en agitar la coctelera, porque no fue hasta pasado el ecuador de la segunda mitad cuando entraron jugadores de ataque como Oyarzabal, Brais Méndez o Cho. Pero sí le dieron un plus de intensidad a su equipo, que tuvo el empate al alcance de la mano cuando Mikel Merino, tras un buen pase bombeado hacia el corazón del área de Brais, remató desviado por poco.

Esto no asustó a los italianos, que no se echaron atrás y buscaron también un gol de la tranquilidad que llegó finalmente a la salida de un córner perfectamente botado por Dybala que Kumbulla, que entró como un cuchillo en mantequilla, remató de cabeza para dejar el 2-0 final con el que la Real se marchó de la Ciudad Eterna con la sensación de haber sido muy inferior.

Jugador Flashscore del partido: Dybala.

Consulta aquí todos los detalles del Roma-Real Sociedad.