Rahm anunció en diciembre que se unía a la escindida LIV Golf, respaldada por Arabia Saudí, e hizo su debut en el evento de México el pasado fin de semana.
En un principio había restado importancia a su fichaje por LIV Golf, alegando que los enormes incentivos económicos que se ofrecían no le interesaban realmente.
Pero ahora reconoce que el dinero que le ofrecían era difícil de rechazar, mientras que el hecho de tener garantizado poder jugar el Masters le ayudó a decidirse.
"Ganar el Masters fue un gran paso para pensar en ello", dijo Rahm a Golf.com's Breakthrough.
"Estar exento de los majors, saber que lo más probable es que puedas jugar el Masters de por vida y el US Open hasta 2031, ya sabes, estoy preparado con dos de ellos, así que fue un gran factor determinante".
El acuerdo de Rahm con LIV Golf está valorado en 450 millones de libras (568,40 millones de dólares) y aunque él dice que lo que dijo en 2022 iba en serio, que ya era lo suficientemente rico como para disfrutar de un gran estilo de vida, las sumas que le ofrecieron finalmente fueron demasiado tentadoras.
"Cuando dije eso lo decía totalmente en serio y era verdad. Ahora, cuando te abofetean con una gran cantidad de dinero en la cara, tus sentimientos sí cambian", dijo Rahm.
"Intento no ser una persona materialista, pero también le debo a mi familia el prepararles para el éxito lo mejor que pueda, y tener hijos creo que ha cambiado eso bastante. Así que el dinero forma parte de ello; no voy a mentir".
Las conversaciones sobre una posible fusión entre LIV Golf y el PGA Tour han estado en marcha desde que se llegó a un acuerdo marco en junio, aunque se incumplió la fecha del 31 de diciembre para sellar el acuerdo.
Rahm dijo que espera que su decisión de jugar en el LIV Golf pueda incluso ayudar a que las dos partes se unan por el bien del deporte.
"Espero de verdad que las cosas se arreglen", dijo. "Sólo espero que lleguemos a un punto en el que sea coherente y haya coexistencia y haya un camino para que la gente disfrute de las mismas ventajas que tienen los tours.
"Espero que mi llegada al menos incline un poco la balanza para que el mundo del golf se una, porque veo una situación en la que podemos acabar con un gran producto para las multitudes y tener el golf como un negocio de entretenimiento mejor de lo que era antes".
Rahm juega esta semana la segunda prueba del LIV Golf en el Country Club de Las Vegas, pero admite que es una torcedura no poder jugar sus torneos favoritos del PGA Tour.
"Espero que en un futuro próximo pueda volver a jugar algunos de esos eventos", dijo. "Si alguna vez hay una forma de volver y de poder jugar, aunque sea como invitado, la aceptaré. Hayciertos eventos que son especiales para mí que todavía me encantaría apoyar".