Usman Garuba fue la principal novedad en la formación de los Rockets, que afrontaban un partido muy complicado contra el equipo liderado por Giannis Antetokounmpo. Parte de sus posibilidades estaban, precisamente, en que el griego no tuviera su día. La estrella de la NBA, sin embargo, anotó 44 puntos y fue el más destacado en la noche del sábado. Le bastaron 27 minutos sobre el parqué para ofrecer una exhibición en ataque y, además, liderar también a los suyos en el rebote (12). Un doble-doble que ni sorprende.
Tal bestialidad en la faceta ofensiva impidió que el equipo de Houston tuviera opciones reales de ganar a los Bucks, entre los favoritos para conquistar el anillo. Ya en el primer cuarto, pese a que faltaba aún casi todo el partido, los locales impusieron una importante ventaja (41-23). Fue claramente decisiva porque no llegó a verse nada igual a partir de entonces: terminaron igualados en el tercero (31-31) y se llevaron por la mínima tanto el segundo (26-25) como el último (27-26).
El ex jugador del Real Madrid tuvo una notable participación -en cuanto a tiempo-, pero no destacó demasiado en lo que a las estadísticas se refiere. Explotó su buen hacer en el rebote (capturó ocho) y estuvo algo desapercibido en labores ofensivas (seis puntos y un par de asistencias). Eso sí, anotó el único triple que ejecutó y tan solo falló un tiro libre y un lanzamiento de dos.
Ibaka, más destacado
Serge Ibaka, que no estuvo en el quinteto inicial, dispuso de casi 15 minutos y estuvo muy cerca de alcanzar los dos dígitos en el aspecto anotador (nueve puntos). Además, cogió cinco rebotes y no falló cuando se aventuró a tirar desde la línea de 6,75 metros (dos de dos). En el tiempo que estuvo él sobre la pista, Milwaukee Bucks superó por siete a Houston Rockets, estadística que penaliza más a Usman Garuba (-11), en parte por la diferencia entre un equipo y otro.
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