La primera mitad fue ilusionante para los andaluces del Jaén Paraíso Interior, que venían con un 20 en contra de Barcelona. El Olivo Arena vivió una fiesta.
Esa fase del encuentro estuvo marcada por los dos goles logrados por el africano Renato. El equipo local se veía con opciones de poder revertir la situación si conseguía mantener el control en la segunda mitad como habían hecho en los primeros 20 minutos.
La ilusión duró justo el tiempo de descanso. Nada más empezar la segunda, Sergio González marcó para recortar distancias. Robó el balón, generó una transición rápida y con espacio golpeó seco y duro. A partir de ahí, el Barça se creció.
El 2-2, en vaselina, de Dyego, el capitán culé, desmoronó al Jaén. Un minuto después, Espíndola, el portero de los andaluces vio la roja y a continuación, Mattheus, con un zurdazo imponente, logró el tercero. Ahí se acabó el partido.
Después llegaron los goles de Ferrao, Catela y el título para un Barça que se presentó en el partido con 20 minutos de retraso pero tuvo tiempo de sobra para sentenciar una final que ya estaba más que encarrilada tras los dos partidos de casa.