Serán 115 fijos más otros 5 en variables los que pague el conjunto de Mikel Arteta, uno de los grandes animadores del verano, por el capitán de los Hammers. 

Una década ha estado Declan Rice en el este de Londres, donde se despide como capitán después de haber jugado 245 partidos con el primer equipo, el último de los cuales sirvió para levantar el trofeo de campeón de la Conference League en Praga. 

El internacional inglés ya tuvo ofertas importantes para salir del West Ham el pasado verano, pero el club se negó a cambio de abrir la puerta, siempre que llegase una propuesta interesante, en el curso siguiente. El actual. 

Y al ganar la competición europea, el dueño del cuadro londinense cumplió su promesa de negociar por él. De entre todos los interesados, ha sido siempre el Arsenal el que más fuerte ha pujado. Hasta el punto de que la obsesión de Arteta por él ha hecho que los del norte de Londres vayan a pagar la tarifa más cara de la historia de la Premier. 

"No queríamos venderlo"

"Me gustaría dejar claro a nuestros seguidores que no queríamos vender a Declan. Queríamos construir nuestro equipo en torno a él e hicimos una serie de ofertas de contratos a largo plazo para asegurar su futuro. Sin embargo, una vez que Declan dejó claro que deseaba seguir adelante y buscar un nuevo reto, el Club consideró que no sería correcto interponerse en su camino, actuando en el mejor interés del West Ham United", ha comentado en la despedida David Sullivan, copresidente. 

Rice: "Este club y sus seguidores siempre estarán en mi corazón"

Por su parte, el propio Declan Rice ha enviado un mensaje a todos los que forman parte del West Ham. "Quiero que sepáis lo difícil que ha sido para mí tomar la decisión de dejar un entorno que tanto he amado y apreciado. Pero, en última instancia, lo único que me mueve es mi ambición de jugar al más alto nivel.

Jugar por primera vez en el equipo contrario al West Ham será una experiencia inusual. Aún no sé exactamente cómo me sentiré, pero también sé que todos comprenderán y respetarán que mi lealtad profesional tenga que estar ahora con mi nuevo club. Siempre daré el 100% cada vez que me ponga la camiseta, porque así es como me han educado en el West Ham, y estoy seguro de que no esperarían otra cosa. 

Sin embargo, eso no significa que mi amor y respeto por todos ustedes haya disminuido de ninguna manera. Este club y sus seguidores siempre estarán en mi corazón y siempre formarán parte de lo que soy. Lo que compartimos juntos en Praga el mes pasado, y en las celebraciones que siguieron en Upton Park y Stratford al día siguiente, nunca jamás lo olvidaré. El primer gran trofeo de mi carrera significa muchísimo para mí".