El Bournemouth superó al Fulham por 3-0 y le dio una nueva alegría a sus aficionados. El neerlandés Justin Kluivert, a pase de Alex Scott, inauguró el marcador durante el tramo final de la primera mitad. Gol psicológico para dejar tocado a un equipo que afrontaba la cita tras sucumbir contra Newcastle y Burnley. Luego, el inspirado Dominic Solanke amplió distancias desde los once metros (609 días desde la anterior pena máxima a favor) y Luis Sinisterra completó la goleada.
Los visitantes, que tenían bajas importantes (Adama Traoré, Raúl Jiménez, Willian Borges y Tim Read), querían alejarse todavía más del descenso. No parece que vayan a sufrir en demasía para lograr la salvación, en buena parte por el pobre rendimiento de Sheffield United y compañía, pero los dos siguientes compromisos, contra Arsenal y Liverpool, se presentan difíciles. El objetivo pasa por poner fin a la racha de tres derrotas consecutivas.
El plantel comandado por Andoni Iraola, cuya única experiencia en el extranjero fue como técnico del AEK Larnaka, encadena siete partidos sin perder. Se trata casi de una proeza para un club llamado a pelear por la permanencia (el margen de puntos se mantiene en una decena). Están invictos desde aquel trágico 6-1 en el campo del Manchester City, un envite que se llevó a cabo el pasado 4 de noviembre, por lo que se acercan a los dos meses.
La entidad del condado de Dorset se resarció del set encajado con un meritorio 2-0 al Newcastle y le dio continuidad en la visita al colista (1-3). A los pocos días, ya en diciembre, frenaron al Aston Villa de Unai Emery (2-2) antes de asaltar los campos de Crystal Palace (0-2), Manchester United (0-3) y Nottingham Forest (2-3). Por el desvanecimiento de Tom Locker en el choque ante el Luton, este último partido se suspendió cuando iba 1-1.
Las estadísticas del choque están disponibles en Flashscore.