La ex Balón de Oro se apartó en 2017 alegando preocupación por el trato desigual que la Federación Noruega de Fútbol daba a los equipos femeninos.
El exilio voluntario de la delantera duró cinco años y le hizo perderse el Mundial de 2019, antes de regresar a tiempo para la Eurocopa de 2022.
Ese torneo, sin embargo, quedó en el olvido: Ada Hegerberg no marcó en la paliza de Inglaterra (8-0).
Pero Hegerberg, que cumple 28 años el lunes y es la máxima goleadora de todos los tiempos de la Liga de Campeones femenina, está decidida a recuperar el tiempo perdido.
"Siempre queda trabajo por hacer con la selección, pero es bueno estar de vuelta", declaró a la AFP en Lyon, donde juega con el campeón de Francia, ocho veces ganador de la Champions. Me da más oportunidades de contribuir al fútbol femenino, tanto dentro como fuera del campo".
El infierno de las lesiones
Además de su exilio internacional, Hegerberg, que ayudó a su país a alcanzar los octavos de final del Mundial de 2015, también ha pasado gran parte de los últimos años lesionada.
Se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha en enero de 2020 y, en septiembre del mismo año fue operada de una fractura por estrés en la tibia izquierda.
No volvió a jugar hasta octubre de 2021, y luego se perdió gran parte de la temporada que acaba de terminar también por lesión.
"Terminé bien la temporada con el Lyon. Fui mejorando a medida que avanzaba la temporada", declaró tras ayudar a su club a revalidar el título de la liga francesa.
"Fue un periodo bastante intenso, porque regresé cuando se acercaba el final de la temporada y teníamos partidos muy importantes", añadió. "Ha sido una temporada agotadora porque he tenido que trabajar mucho para volver a mi mejor nivel. Estoy orgulloso de ello. Nunca lo dudé".
Calidad y ganas
¿Qué posibilidades tiene Noruega en su viaje a Nueva Zelanda y Australia?
Las noruegas tendrán que superar el Grupo A, en el que también están Suiza y Filipinas, y esperar alcanzar al menos los octavos de final.
Hegerberg se muestra prudente. "No creo que podamos decir que estamos entre las favoritas", afirma sobre un equipo en el que también figuran Maren Mjelde y Guro Reiten, del Chelsea, así como Ingrid Syrstad Engen y Caroline Graham Hansen, del Barcelona.
"Tenemos mucha calidad y ganas. Tenemos que ser ambiciosas, pero también realistas: nuestros últimos resultados no han sido muy buenos, así que queremos dar una mejor imagen de Noruega".
Hace una generación, Noruega era una potencia del fútbol femenino internacional, que alcanzó la primera final del Mundial en 1991 y ganó el trofeo cuatro años más tarde.
Dos veces campeonas de Europa, también ganaron el oro olímpico en 2000.
"Tenemos una gran historia, hemos ganado la Copa del Mundo y hemos sido campeonas olímpicas, pero las cosas se han puesto un poco más difíciles en los últimos años. Nos han cogido desprevenidas. Eso no significa que no podamos conseguir nada, porque tenemos jugadoras de calidad, pero necesitamos que jueguen juntas para sacar lo mejor del equipo. Es muy interesante. Me hace mucha ilusión", concluyó.