Aitana Bonmatí (25) está llamada a conquistar la próxima edición del Balón de Oro después de ser elegida MVP tanto de la Liga de Campeones como del Mundial, dos competiciones que pudo ganar con el Barcelona y con España respectivamente. La centrocampista está, sin lugar a dudas, entre los grandes nombres propios del año y eso hace que tenga una relevancia mediática que, como sus compañeras, no había tenido hasta el presente 2023. 

"Se nos obligó por ley cuando estábamos diciendo que no queríamos ir si no había cambios. No entiendo que haya una ley que te obligue ir a la selección", apuntó en referencia a la polémica lista de Montse Tomé en el pasado mes de septiembre (para visitar a Suecia y recibir a Suiza). "Cada vez que nos llamaba la selección, en vez de disfrutar, sufríamos", añadió la culé, que acumula un gol y una asistencia en la presente edición de la Liga F.

Reconoció que no esperaba más apoyos por parte de sus compañeros de profesión y explicó que no se acuerda de cómo surgió el lema 'se acabó', si bien asegura que cuando empezó a coger fuerza sí hablaban "para ponerlo en los comunicados". Y lanzó también un dardo a la RFEF cuando le preguntaron por las presiones que sufrieron los asistentes a la controvertida Asamblea General Extraordinaria, 'obligados' a aplaudir a Luis Rubiales: "Viniendo de la Federación, me lo puedo creer".

"Hoy en día voy a algunos sitios y digo 'cómo podemos jugar en este campo'. En esos momentos piensas en tu integridad y en las lesiones. Muchos son de césped artificial y, al final, estamos hablando de primera división femenina profesional. Creo que queda mucho por recorrer", explicó Aitana sobre las condiciones de algunos terrenos de juego. Además, la mejor futbolista del año de la UEFA puso como ejemplo a seguir a Inglaterra.