La reunión entre la directiva del Barça y Xavi empieza a ocasionar sus primeras consecuencias. El viernes, la cúpula de Laporta y el jefe del cuerpo técnico dialogaron sobre los fichajes, las ventas y, en un último punto, la renovación del entrenador, que llegó en el 2022 con un sueldo reducido por culpa de su falta de experiencia en los banquillos del fútbol europeo. 

Ahora, la situación de Hernández es diferente. Campeón de Liga, el antiguo capitán culé se perfila como el director técnico ideal a largo plazo. La hinchada lo respeta; los jugadores aprecian su gestión y él se siente a gusto en el club de sus amores. 

En este punto, la continuidad de Xavi pasa a un segundo plano. La prioridad para el Barça es vender y, después de la reunión del viernes, parece que en la delantera han surgido opciones para recibir ingresos. 

Ataque definido

Xavi tiene a su ataque definido. Lewandowski, Raphinha y Dembélé serán los titulares. Los demás, se ven obligados a acostumbrarse a una cantidad de minutos reducida. La directiva, en ese contexto, ha declarado a Fati y a Ferran como transferibles. 

Fati es el jugador que más alternativas presenta para dejar el Camp Nou. El futbolista, al ser canterano, representa un ingreso neto para el club. Actualmente, Fati espera ofertas; algunos clubes de la Premier lo querían en condición de préstamo. Sin embargo, el Barça intentará "hacer caja" con él, pues Xavi considera que lo mejor para el mediapunta es que tome ritmo. 

El entrenador, finalmente, se ha decantado por impulsar la salida de Fati. No puede garantizar el ritmo necesario. La delantera está estructurada y Fati pasa a una posición incómoda que le obliga a tomar una decisión.