Y no es nada fácil resolver este asunto. El Barça, lo ha recordado Javier Tebas en varias ocasiones y lo ha confirmado el propio Joan Laporta alguna que otra vez, está 200 millones de euros por encima de su tope salarial, es decir, lo que LaLiga le permite gastarse sin incurrir en una irregularidad financiera.
De ahí que no haya permitido la inscripción profesional definitiva de Gavi (18). Y que, a día de hoy, no pueda inscribir de cara a la próxima campaña ningún nuevo contrato o a ningún nuevo jugador en la primera plantilla. Ojo, sí puede fichar lo que quiera, pero no lo podrá inscribir.
Para lograrlo, hay dos pasos que debe cumplir, ambos imprescindibles. El primero, reducir ese exceso de gasto en los salarios. De la manera que sea, tiene que conseguir que los sueldos del primer equipo de la temporada 23/24, que ahora suman 648 millones cuesten 200 menos que en la actual para equilibrar ese balance.
Pero eso, por sí solo, no le permitiría inscribir a nadie sino sólo impedir que LaLiga lo sancione por volver a incumplir sus obligaciones económicas. A partir de ahí, para dar validez a un nuevo contrato, ya sea de renovación o de fichaje, el segundo paso sería el de volver a conseguir espacio salarial.
Dicho de otro modo. Que si el nuevo contrato de Gavi le costase por temporada unos 10 millones de euros brutos, tendría que reducir, al margen de los 200 citados, esos 10 de otros costes de la plantilla o vender jugadores para hacer hueco al nuevo gasto.
Con Messi, más difícil aún
Con Messi pasaría exactamente igual, pero con más dificultades si cabe por razones obvias. El sueldo del argentino, más primas de fichajes, comisiones y demás montantes, obligaría al club, ya sin opciones de palancas, a tener que buscar traspasos millonarios para conseguir ese espacio salarial.
Vamos, que no será suficiente con reducir los 200 millones que está sobrepasado ahora mismo, sino que tendrá que bajar mucho sus gastos o incrementar muchísimo sus ingresos para que LaLiga permitiera una incorporación como la del crack argentino.
Por tanto, la única posibilidad real, a día de hoy, que hay que para Messi retorne a Can Barça y pueda ser inscrito es la de conseguir ventas de futbolistas con un alto valor de mercado como Ansu Fati, Frenkie de Jong o Ferran Torres, por poner varios ejemplos. Además, lógicamente, de quitarse sueldos inasumibles como los actuales de Jordi Alba o Busquets.