Al término de ese año, los hispalenses no ejecutaron la opción de compra de 7 millones de euros que habían firmado con el Liverpool y el de Moaña regresó al Celta por una cantidad sensiblemente inferior, sólo 4.
Aspas se quedó con esa espinita de no haber podido triunfar en el Sevilla, donde siempre ha dicho que le trataron, a nivel personal, de maravilla. Bacca y Gameiro, ambos a un nivel extraordinario, fueron los que le cerraron la puerta de la titularidad. Marcó 10 goles en 25 partidos, aunque sólo dos de esos tantos fueron en Liga.
En todo caso, no se puede quejar el gallego por cómo le ha ido. Su vuelta a Vigo le ha hecho vivir una segunda juventud, siendo el máximo goleador español durante varias temporadas e incluso, ya sin Luis Enrique, volver a la selección española en la nueva etapa que dirige Luis de la Fuente.
Acumula en su segunda etapa céltica 133 dianas en 252 encuentros en LaLiga. Este curso ya lleva 12 en la competición regular y no quiere dejar pasar ninguna oportunidad para seguir aumentando esa cifra ahora que ha vuelto a La Roja.
Ocasión que ni pintada para un Aspas que ha convertido al Sevilla en su equipo favorito para golear. A la Real Sociedad le ha batido en 11 ocasiones, al Barça en 10 y a los de Nervión en 12 en 18 partidos. Ya sabe lo que es marcar en el Pizjuán... y pedir perdón por ello. Habrá que ver si es capaz este viernes de hacerlo de nuevo y ayudar a su equipo a lograr un triunfo en la capital andaluza que no consigue desde hace casi ocho años.
Puedes seguir el Sevilla-Celta con todos los detalles y estadísticas en Flashscore