Saúl Ñíguez (28) ha conseguido reservarse un sitio en el once titular del Atlético de Madrid, algo que parecía altamente improbable en tiempos pretéritos, sobre todo antes y después de su cesión al Chelsea, club que se había proclamado campeón de la Champions League semanas atrás y ahora fuera de los torneos continentales. Antes, en la campaña 2013/14, todavía sin alcanzar la veintena, jugó cedido por un curso en el Rayo Vallecano para empezar a acumular experiencia en la élite.

Pese a su posición sobre el verde, acostumbra a pasar desapercibido en lo que a cifras se refiere (sin llegar a los dos dígitos en lo que a goles se refiere en una misma temporada). Seis fue su tope en LaLiga EA Sports -2019/20- y nueve incluyendo el resto -2016/17-, registros que le valieron para ser un habitual en las alineaciones del entrenador argentino, aunque lejos de esa preciada etiqueta de indiscutible porque era uno de los cambios más frecuentes -tanto para salir como para entrar-.

Su salida a la Premier League, en el último día del mercado veraniego de 2021, confirmó que se trataba de una pieza claramente prescindible, si bien todas las partes sabían que, en principio, había una fecha de caducidad (30 de junio del año siguiente). Y así fue. Volvió para hacer la pretemporada y se quedó, con un rol secundario, en un plantel con muchas alternativas. Con menos minutos de los deseados, acumuló 38 participaciones.

Una grata sorpresa

Dar asistencias no ha sido una de las especialidades de Saúl, quien apenas firmó tres en las cuatro campañas anteriores a la actual. Para un mediocentro con llegada, sin duda, es un dato muy negativo. Pero todo ha cambio desde agosto, ya que ha repartido cuatro en ocho jornadas -uno por cada dos encuentros-. Ha necesitado poco más de 30 días para superar unas estadísticas especialmente deficientes, prueba evidente de su gran estado de forma.

Tras ser suplente en los dos primeros partidos, fue de la partida en la inolvidable visita a Vallecas (0-7), donde intervino de forma directa en la espectacular goleada. Luego, en un escenario ideal como el derbi madrileño, firmó un doblete de pases decisivos para tumbar a los de Carlo Ancelotti (3-1). Y este pasado fin de semana, en una cita ante el Cádiz que se complicó de lo lindo por el inesperado 0-2, encontró a Ángel Correa para remontar el duelo (3-2).