En principio, necesita 60 millones de euros el club catalán para poder inscribir a todos los jugadores que, a día de hoy, no están dados de alta en LaLiga. 

Esa cantidad es la que no ha percibido aún de la venta del 49 % de Barça Studios el pasado verano. Y, como estaba contemplado en el archifamoso plan de viabilidad, recibirlos en este mercado, hasta que la patronal no tenga constancia de que se dispone de esa cantidad, justo la mitad de lo anunciado este viernes, no abrirá la mano. 

Una vez exista esa garantía y se añadan los 12.5 millones de euros recibidos por la venta de Kessié, más lo que se consiga por la de Dembélé -como mínimo, otros 25-, junto al ahorro de sus fichas, el Barcelona espera cumplir con los requisitos del Fair Play Financiero para poder inscribir a todos sus jugadores. 

Algo que espera conseguir, como muy tarde, a lo largo del sábado. La documentación ya la tiene en su poder LaLiga y sólo falta que el dinero empiece a fluir en la caja de la entidad catalana. 

Eso sí, el dinero no llegará de golpe, por lo que es posible que algún o algunos jugadores se queden sin poder tener ficha para el debut ante el Getafe.