Los antecedentes médicos del delantero realista no son nada buenos, pues siendo un canterano del Sevilla a caballo entre el primer y el segundo equipo, se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. 

Aquello fue en 2016. Cinco años después, cuando la Real Sociedad había pagado 10 millones de euros, más otros dos en variables futuras, volvió a romperse, pero en la derecha. Vuelta a empezar. 

Ahora, por fortuna, lo que Carlos Fernández, a quien Imanol le tiene una fe inquebrantable, presenta es "un edema contusivo agudo femoral anteromedial en relación con una hiperextensión de la rodilla derecha", señala el parte médico.

Sucedió durante el entrenamiento del martes. Tras las pruebas, ya ha comenzado el tratamiento mediante fisioterapia y a trabajar de forma individualizada y supervisada. "La vuelta a sus actividades será progresiva, en función de las características de la lesión y la evolución de los síntomas", ha informado el club txuri-urdin. 

Esta vez no ha sido por partidos con la selección, pero la realidad es que las lesiones de rodilla siguen estando a la orden del día.