La de veces que habréis leído aquello de "al fútbol gana quien domina en las áreas". Y es cierto. Mestalla es el último ejemplo de ello. El Valencia comenzó marcando el ritmo con y sin balón, asfixiando con su presión a la Real Sociedad, buscando con ahínco, aunque desde lejos, la portería enemiga... pero fueron los txuri urdin los que se casaron con el gol.
Es verdad que avisaron primero. Cho, una de las múltiples novedades del revolucionario once de Imanol, rompió a Thierry y dio en el área un pase de la muerte al que no llegó por poco Carlos Fernández. A partir de ahí, fueron los de Baraja los que se hicieron con el control absoluto.
Especialmente destacado estaba Amallah en su primera titularidad. Pero la capa de héroe con la que, entre otras acciones, forzó dos tarjetas a los rivales, le duró 40 minutos. Antes del descanso se vistió de villano para ser expulsado con doble amarilla.
Al internacional marroquí le dio tiempo, eso sí, para gozar de la mejor oportunidad de gol de los ché. Un cabezazo cruzado, abajo, que obligó a Remiro a estirarse como un chicle. Paradón. Era la consecuencia de un Valencia que incomodaba como pocos equipos a una Real que echaba mucho de menos la chispa de Take Kubo.
Carlos, la justificación del 9
Pero lo que son las cosas. Pasada la media hora, Carlos Fernández, en el que Imanol tiene una fe inquebrantable, aprovechó una delicia de pase de Tierney al espacio para revolverse delante de Diakhaby y batir a Mamardashvili.
Los locales acusaron, y de qué manera, el golpe y se llenaron de dudas y de nervios. Los que le dejaron con un jugador menos toda la segunda mitad... y también sin el delegado, expulsado por protestar.
Gayà, lesionado
Como las desgracias nunca vienen solas, a un Valencia en inferioridad se le sumó la lesión de su capitán, Gayà, poco después de regresar de vestuarios. El más difícil todavía contra una Real que sobaba y sobaba y sobaba la pelota. Necesitaba ayuda extra el cuadro blanquinegro y lo encontró en una grada volcada y que presionó de lo lindo al árbitro y al contrincante. No servía para llegar a Remiro, pero sí, al menos, para salir del asedio al que estaba sometido.
Y con un resultado ajustado, cualquier balón parado, cualquier acción aislada, les podía dar el premio del empate. Para eso entró el debutante Yaremchuk. Pero quien de verdad tuvo el gol fue Javi Guerra. Remiro, en un garrafal error, le regaló el balón dejando su meta sin arquero. Por suerte para él y para la Real, el joven centrocampista se precipitó en el golpeo y mandó el disparo fuera a puerta vacía.
El marcador ya no se movió y así cerró Mestalla con derrota de un Valencia que abandona los puestos europeos a favor de una Real que entra en ellos.
Jugador Flashscore del partido: Kieran Tierney (Real Sociedad).
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