Lo ocurrido este sábado en la Tacita de Plata ha encendido unas cuantas alarmas entre los equipos que están acomodados por encima de la zona roja. El Rayo Vallecano, que ganó por última vez el 2 de enero e incluso ha cambiado de entrenador, es un claro ejemplo, algo así como el mal alumno que se justifica con aquello de que toda la clase ha suspendido; el Deportivo Alavés también se ha beneficiado de esto, como otros tantos, pero está haciendo méritos de sobra para seguir en la élite.
Los madrileños, sin el tocado Álvaro García, intentaron hacerse con la posesión desde el principio. Era un guion que bien podía esperarse a estas alturas de temporada. Los anfitriones, muy cómodos sin balón y peligrosos en transiciones, amenazaron mediante la figura de Jon Guridi antes de que se alcanzara el cuarto de hora. Justo después, Isi Palazón inauguraba el apartado de amonestaciones por una dura entrada a Luis Rioja.
Unai López protagonizó el primer tiro de su equipo, sin la chispa ni la lucidez de antaño. Entretanto, Carlos Vicente mandaba algún que otro aviso por la banda derecha, zona por la que llegó el tanto que lo cambió todo. Y no fue el ex del Racing de Ferrol quien marcó, sino Andoni Gorosabel, cuya sorprendente incorporación no fue detectada por la zaga visitante. La asistencia de Antonio Blanco, brillante; la vaselina del guipuzcoano, excepcional.
Apagado o fuera de cobertura
El problema de salud de un aficionado interrumpió por momentos el duelo, que si algo necesitaba para ralentizarlo aún más era una circunstancia como esa. Por suerte para los allí presentes y para aquellos valientes que decidieron verlo desde casa -de forma legal o no-, el ritmo aumentó en la segunda mitad a raíz de los cambios (Pep Chavarría entró al descanso; Miguel Crespo y Sergio Camello lo hicieron no mucho después).
Allá por el 54', la afición celebró una diana que parecía acercar el triunfo: Javi López, quien aún no sabe lo que es ver portería como profesional, definió al segundo palo y envió el esférico a la red. La celebración va a tener que seguir esperando porque había fuera de juego, misma razón que frustró el chicharro de Raúl de Tomás en una acción posterior. Idas y venidas en Mendizorroza, donde 16.519 personas se dieron cita.
Las pulsaciones del siempre intenso Luis García aumentaron con los tímidos acercamientos de De Frutos y compañía, aunque alcanzaron su pico más elevado con la doble ocasión que tuvo el Rayo en el descuento (Isi se topó con la espectacular intervención de Sivera y Falcao la mandó al larguero). El plantel de la capital, con muchísimo margen de mejora, se queda con sólo cuatro puntos de ventaja sobre el descenso, renta que aumenta a diez en el caso del Alavés.
Jugador Flashscore del partido: Gorosabel.