Para Joaquín Aguirre, los 7,5 millones que destinó el FC Barcelona a pagar al expresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira, constituyen un delito. Por ello ha imputado al club de la ciudad condal por cohecho, como ha adelantado El Debate. La misma suerte han corrido Josep Maria Bartomeu, Sandro Rosell, el propio Negreira y su hijo.
Ahora, tanto la entidad como estas personas, se enfrentan a sanciones más graves que las que conlleva el delito de corrupción por el que se investigaba hasta el momento al Barça.
El juez ha llegado a la conclusión de que existió cohecho porque "por deducción lógica los pagos realizados por el FC Barcelona satisfacían los intereses del club en atención a su duración y al incremento anual". "El delito de cohecho se ha consumado al haberse realizado el pago, se demuestre o no la corrupción sistémica del arbitraje español a causa de tales pagos", especifica.
Joaquín Aguirre desgrana en su auto los diferentes grados de implicación de los imputados: a Enríquez Negreira le atribuye "un delito continuado de cohecho pasivo en concepto de autor"; a su hijo, el mismo delito pero "en concepto de cooperador necesario"; por otra parte, al Barcelona y a sus ex directivos "se les atribuye un delito continuado de cohecho activo", todo esto "sin perjuicio de mantener la calificación alternativa del delito de corrupción deportiva del artículo 286 bis 4º CP, al menos durante esta fase de instrucción".
Funcionario público
Sustentada en la jurisprudencia del Tribunal Supremo, el magistrado ha tomado la decisión de considerar a Negreira como funcionario público a efectos penales, puesto que la RFEF, institución a la que pertenece el CTA, es una entidad jurídico-pública: "Se considerará funcionario público a todo aquel que por disposición inmediata de la Ley, por elección, o por nombramiento de autoridad competente participe en el ejercicio de funciones públicas".
Ligado a estas imputaciones, se ha llevado a cabo el registro, a primera hora de la mañana de este mismo jueves, de las oficinas de la RFEF y el CTA.