Paradojas del destino, el Cádiz afrontaba la vigesimosexta jornada de LaLiga EA Sports con la posibilidad de abandonar el descenso en caso de victoria pese a acumular 21 partidos sin ganar (ya son 22). Aquel 1 de septiembre, el cuadro andaluz firmó su segundo triunfo en lo que iba de temporada -era el cuarto encuentro del curso doméstico- y se las prometía muy felices. La marcha de Sergio González ni siquiera se presentaba como opción y nadie reparaba en Mauricio Pellegrino.
No han cambiado tanto las cosas en el Celta de Vigo, que siempre ha priorizado en el largo plazo de cara a mantener a Rafa Benítez. Hay proyecto en Balaídos, si bien estos meses de competición no han sido nada sencillos. Este domingo, en un duelo vital por la permanencia, tenían que cambiar su indumentaria habitual por el homenaje del equipo local, vestido de celeste, a la Armada y al mar. Si algún aficionado estaba de resaca o simplemente despistado, podía equivocarse al celebrar un gol.
El estadio presentaba una fantástica estampa y la afición tenía claro cuál era el objetivo: presionar al rival, sobre todo durante los compases iniciales. Visto el alarmante rendimiento en la faceta ofensiva -hasta este 25 de febrero, aún no habían celebrado ningún tanto con Pellegrino-, el público entendió que debía dar ese necesario empujón. En el aspecto táctico, Maxi Gómez, que se reencontraba con su exequipo, sustituyó a Chris Ramos en el once.
Con acento gallego
Pese al buen inicio, el primer golpe lo infligió Iago Aspas tras culminar una sublime acción colectiva. Rápido y directo. En pocos toques. Luca de la Torre se incorporó por la banda izquierda, Strand Larsen la dejó pasar y el internacional español la mandó a guardar con un disparo ajustado. Jeremías Ledesma no había tenido trabajo hasta dicho acercamiento, que tuvo lugar antes de alcanzarse el cuarto de hora.
Tardaron un poco en reaccionar, pero los anfitriones probaron fortuna con algunas acciones de libre directo. El fútbol de centro-remate fue la principal baza en el intento por equilibrar la cita. Sin embargo, la zaga se mostró segura y no dejó apenas espacios a Maxi, que reclamó penalti en los últimos coletazos del primer acto. El peruano Tapia, quien después abandonó el césped debido a problemas físicos, inauguró el apartado de amonestaciones. Ninguna sorpresa.
Y se hizo el milagro
El inicio de la segunda mitad fue cuanto menos prometedor: una ocasión para cada uno en apenas instantes. Luego, Rubén Alcaraz generó algo de ilusión tras un acrobático remate que tuvo como respuesta la parada de Vicente Guaita. Pero el estado anímico volvió a cambiar radicalmente por culpa de Williot Swedberg, recién ingresado al verde y autor del 0-2. Manu Sánchez la puso con toda la intención y el sueco, como un asesino de guante blanco, castigó sin premura al antepenúltimo.
El "directiva, dimisión" de antes dio paso al "Vizcaíno, dimisión". Algunos, desesperados y hastiados, se marcharon a casa sin ganas de continuar viendo el encuentro. Estos, los menos optimistas, tomaron una fatal decisión. Juanmi Jiménez, que no veía portería en España desde hacía más de un año tras su experiencia en Arabia Saudí, se estrenó en esta nueva etapa. Su buen hacer para esquivar a la defensa le dejó en un lugar ideal, desde donde definió con el interior (65').
La fe regresó al estadio. Si Juan Sebastián ElCano, presente en la especial camiseta de los de la Tacita de Plata, dio la vuelta al mundo en unas condiciones muy adversas, cómo iba a ser imposible empatar. Y cuando todo parecía definido, allá por el 100', Darwin Machís firmó una obra de arte mediante un trallazo desde el vértice del área. Así, el Celta, que tendrá la baja del sancionado Aspas para recibir al Almería, vuelve a quedarse sin premio en el tiempo de descuento.
Jugador Flashscore del partido: Iago Aspas.
Las estadísticas del choque están disponibles en Flashscore.