David Silva (37) hizo el saque de honor en el partido entre el Valencia y el Barcelona. El homenaje no quedó ahí porque antes de salir al terreno de juego fue testigo directo de la incorporación de su lona en la fachada de Mestalla, el paso definitivo para entrar en el 'club de las leyendas' (están representados también Mario Kempes y, entre otros, Antonio Puchades). Abajo, en la Avenida de Suecia, un buen grupo de aficionados disfrutaba del momento.
"Estoy muy contento por el cariño que he recibido, no sólo aquí, sino en cualquier lugar del mundo. Estoy muy agradecido. Me hacía ilusión. Es un orgullo para mí. Mi sueño cuando llegué con 14 años era jugar en el primer equipo y conseguir grandes cosas, como ganar títulos, ser internacional o jugar la Champions. Eso se cumplió y, la verdad, estoy emocionado", expresó el canario ante los medios oficiales del club.
"Siempre te acuerdas de los debuts porque consigues algo en lo que estás trabajando. Siempre son especiales. Igual que la final de Copa que ganamos o los grandes partidos en Mestalla, que siempre es un campo muy bueno para nosotros y complicado para los rivales", apuntó Silva, que disfrutó de un atractivo encuentro (Joao Félix adelantó a los culés al comienzo de la segunda mitad y Hugo Guillamón empató en el minuto 70).
"Aquí me crié personal y futbolísticamente durante los años que estuve. Apostaron muy fuerte cuando era joven y ha salido todo muy bien", agregó el mago de Arguineguín, quien explicó también que sigue trabajando en la recuperación de su última lesión (se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en julio, motivo por el cual adelantó su retirada). "Todavía me quedan unos meses largos y duros, pero estoy disfrutando del tiempo libre y de la familia", concluyó.
Las estadísticas del choque están disponibles en Flashscore.