Romelu Lukaku lleva esta edición de la Europa League especialmente en el corazón. El que fuera máximo goleador de la temporada 2014-15 con la camiseta del Everton, ha marcado este jueves su cuarto gol, lo que le mantiene a una sola diana del primer puesto en la tabla de goleadores.

Su disparo a la media vuelta en el minuto 22 de la primera parte, desatascó el partido y dio a la Roma un enorme balón de oxígeno tras un primer cuarto de hora complicado. La asistencia, por cierto, fue de Diego Llorente que jugó los 90 minutos.

No obstante, el Servette no se vino abajo. Después de probar a Svilar en los primeros minutos se vio aplastado por el empuje de los giallorossi. Al final,, el resultado de 1-1 fue justo para lo que se vio sobre el terreno de juego en un estadio en el que los anfitriones se sintieron muy arropados por la afición.

Gol de Bedia

Como era de esperar, los suizos apretaron después del descanso, entre otras cosas porque se dejaron llevar por un público muy enfervorizado, que contrarrestaba la incesante lluvia torrencial que azotaba el terreno de juego y las gradas. Y el gol del empate en el minuto 50, obra de Bedia, que se internó bien en el área y remató de cabeza un centro de Stefanovic, cambió el rumbo del partido.

A partir de ese momento, la Roma cambió el chip y tuvo que replegarse para cerrar los espacios. Además, los de Mourinho encomendaron la dirección del juego al recién entrado Pellegrini, que, no estuvo muy acertado, y buscaron los desmarques de Lukaku y Dybala. Si el primero peleó como un león, el segundo acabó desperdiciando dos ocasiones en los últimos metros, pese a su habitual brío creativo hasta la línea de tres cuartos. De hecho, los dos goles fallados por el argentino en sendos pases alejan a la lupa de la primera plaza.

Porque al final del partido, llegaron malas noticias desde Tiraspol, donde el Sheriff cayó ante el Slavia de Praga, que se impuso por 2-3 con un penalti in extremis y aventaja en dos puntos a la Roma en la clasificación. De momento, son los checos los que  gozan de una mínima ventaja para la clasificación directa a octavos de final.