"Lo más importante en nuestro deporte es ganar y no vender una filosofía. No hay que venderexcusas, sino ser un ganador". Así habla José Mourinho, entrenador de la Roma, en una entrevista al portal Adidas sobre lo que es para él ganar, que a veces no es sólo'traer una copa a casa'.

Porque"cuando veo a colegas que luchan por no descender -continúa en su razonamiento- y consiguen mantener a su equipo en la división, para mí eso también significa ganar".

Sobre el papel del entrenador, añade: "Hay que tener una personalidad fuerte para decir: 'Vale, yo soy el jefe, yo tomo las decisiones'. Esto no es negociable. Si los entrenamientos empiezan a las 10 de la mañana, no espero ni un minuto. Aunque seas Diego Maradona". Y añade: "Hay que ser fuerte y suave al mismo tiempo, estar abierto a los pensamientos del equipo y de los jugadores".

Palabras que llegan tres días antes de la reanudación del campeonato contra el Monza, donde el seleccionador aún no sabe si tendrá disponibles a Smalling, Renato Sanches y Llorente. Este último es el que más espera al menos una convocatoria. En ataque, en cambio, ante las ausencias de Dybala y Pellegrini, el Special One seguirá apostando por la pareja Belotti-Lukaku.

Los Friedkins en la Fiscalía

Mientras tanto, los directivos del Roma han sido citados por la fiscalía de la capital el 25 de octubre. Ese día, de hecho, tendrá lugar la apertura de los ordenadores relacionados con la investigación sobre las plusvalías de unos 42 millones de euros que surgieron la pasada primavera.

En el punto de mira de los investigadores algunos intercambios que tuvieron lugar a partir de 2017 (en particular el de Pellegrini-Spinazzola con la Juve). Movimientos que dieron lugar a los avisos de garantía emitidos contra todos los altos directivos de los giallorossi en los últimos seis años: de Pallotta a Baldissoni, Gandini, Fienga, Berardi y Friedkin.