Es bueno que sea zurdo, y ha jugado como lateral izquierdo a las órdenes de Carlo Ancelotti en el Real Madrid (7 veces), pero no es la posición natural de Eduardo Camavinga.
Es cierto que hoy en día los laterales pueden convertirse en auténticos creadores de juego, teniendo mucho el balón, pero el área de influencia de Camavinga está en el centro del campo, principalmente en el círculo central. Sus últimas actuaciones con los madridistas lo han demostrado.
Grandes actuaciones con el Real Madrid
Contra el Liverpool FC, estuvo bien tanto en el partido de ida como en el de vuelta, pero especialmente en el Santiago Bernabéu. Durante 90 minutos, dio la impresión de estar a la altura del nivel exhibido sobre todo por Toni Kroos. Los dos hombres juegan más o menos en el mismo registro. La ventaja del francés es su volumen de juego, superior al de su compañero alemán.
Sin el balón, Camavinga representa a la perfección el perfil del centrocampista moderno: el que debe brillar, el que corta, el que repliega. Y cuando tiene el balón entre los pies, adquiere cada vez más importancia en las fases de posesión del Real Madrid. Así se vio también en el último Clásico.
Y en general, desde la final de la Copa del Mundo, el centrocampista de 20 años ha progresado mucho. Le notamos más maduro, más sereno y más concentrado durante los partidos. Es una observación lógica para un jugador que se beneficia de un entorno idílico en la capital española, ya que está rodeado de grandes jugadores.
Para la selección francesa, se trata de una muy buena noticia, ya que su perfil podría resultar un gran recurso para Didier Deschamps.
Una alternativa real en el centro del campo de Les Bleus
A pesar de que no tuvo tiempo ni oportunidades reales de mostrarse ante Holanda, Camavinga fue utilizado como centrocampista por su seleccionador, señal de que nada está escrito en piedra. Sin embargo, Deschamps había dicho que había convocado al jugador del Real Madrid para utilizarlo como lateral izquierdo.
Es poco probable que juegue muchos minutos en esa posición... y eso es bueno para él. La razón es simple: existe una enorme "competencia" en el centro del campo y, pese a la amplitud de la plantilla, Camavinga sigue ofreciendo aportes interesantes.
Adrien Rabiot y Aurélien Tchouaméni, se han mostrado muy prometedores a las órdenes de Deschamps, sin exhibir la misma aportación ofensiva que Camavinga.
De hecho, el formado en el Rennes es capaz de hacer más con el balón por delante. Es más creativo, mejor regateador, tiene mejor visión de juego y posee ese perfil de detonador. Puede ser una gran plataforma de lanzamiento, a través del pase, para Kylian Mbappé o Randal Kolo Muani, de forma similar a lo que hace en el club para un tal Vinicius Jr.
En definitiva, Eduardo Camavinga, a corto plazo, no tiene muchas chances para ser titular con Francia. En un mediano-largo plazo, por el contrario, podría transformarse en referente, sea del mediocampo o de la defensa. Sus recientes actuaciones con el Real Madrid se definen en una palabra: ilusionantes. ¿Mantendrá el mismo nivel con Francia?.