"Hay que lamentarlo mucho porque en la primera parte no habíamos concedido demasiado y habíamos sufrido lo justo, desgraciadamente cometimos una ingenuidad que pagamos cara, de lo contrario habríamos tenido más espacio en la segunda parte". Di Lorenzo marcó un gol de Eurocopa y antes habían salvado en la línea un cabezazo de Dumfries. Contra los campeones de Italia conseguimos lo que necesitábamos". Estas fueron las palabras de Simone Inzaghi, que con un Inter muy renovado por las rotaciones se encontró ante un gran Nápoles, que permaneció durante más de una mitad en inferioridad numérica tras la expulsión de Gagliardini.
"Veníamos de ocho victorias y una vez alcanzado el empate tuvimos que ingeniárnoslas para traer el punto a casa. Hoy era el 15º partido en 50 días, necesito a toda la plantilla en un calendario imposible. He tenido muy buenas respuestas en un partido nada fácil", añadió el técnico nerazzurro.
Inzaghi también comentó la próxima final de la Liga de Campeones, en la que sus hombres se enfrentarán al Manchester City:"No empezaremos derrotados, aunque estén entre los tres mejores equipos de Europa. Antes tenemos que pensar en otros partidos".
Por último, un guiño al futuro, del que tanto se ha hablado en las últimas semanas: "Estoy contento con la confianza del club, pero quedan cuatro partidos importantes. Es un camino de crecimiento, serán cinco finales en dos años que serán muy útiles para el equipo'.