Erling Haaland no cesa de cosechar éxitos en su primer curso como ‘cityzen’. Con la Premier League casi en el bolsillo y el récord de goles de la liga inglesa ya superado, ahora ha sacado un billete para su debut en una final de Champions. Será el 10 de junio en Estambul y enfrente estará el Inter de Milán.
Le está yendo algo mejor al noruego que al hombre con el que le suelen comparar como mejor jugador del momento, Kylian Mbappé. Al francés la temporada se le atragantó antes de tiempo con la eliminación en octavos de la máxima competición continental y da la sensación de que el dinero no le está dando toda la felicidad que esperaba allá por el mes de mayo de 2022.
El galo decidió quedarse en París, con un equipo repleto de grandes nombres, pero sin estructura, y los bolsillos llenos de dinero en lugar de fichar por el Real Madrid y aspirar a ganar el torneo que otorga la grandeza eterna.
Mucho más coherente fue Haaland al recalar en Manchester. Allí se ha encontrado con la plantilla más potente del mundo, con un entrenador que tiene su idea futbolística muy clara. Eligió ganar por encima de todo, aunque aún así sigue percibiendo un buen salario.
Las situaciones de ambos jugadores son totalmente opuestas. El delantero nórdico atraviesa un mar en calma, vive en un estado constante de felicidad que le está haciendo cuajar el mejor curso de su carrera.
Por contra, el extremo del Paris Saint-Germain está incómodo con un proyecto en el que no se le dijeron las cosas claras desde un primer momento. Se ha hartado de promesas que no se cumplen, fichajes que no llegan y seguir teniendo demasiado lejos el sueño de levantar la Copa de Europa.
Ahora, Haaland se encuentra a un solo partido de conquistar el viejo continente. Supo elegir y ha adelantado a Mbappé en la carrera por el prestigio. Solo 90 minutos le separan de entrar en la historia y al francés únicamente le queda verlo por televisión.