La "reconfortante" actuación y, sobre todo, los tres puntos conquistados en el campo de un adversario directo en la lucha por uno de los cuatro primeros puestos de la clasificación, han devuelto la confianza a todo el entorno del Nápoles.
Walter Mazzarri estaba sereno antes del partido a domicilio en Bérgamo y lo está aún más ahora que ha roto el hielo y, tras 10 años de ausencia, vuelve a sentarse en el banquillo azzurro.
Para el nuevo seleccionador, sin embargo, ni siquiera hubo tiempo de detenerse a disfrutar de la victoria. Los compromisos apremian y este miércoles, en el Santiago Bernabéu, el Nápoles se enfrentará al Real Madrid en el penúltimo partido de los octavos de final de la Liga de Campeones.
En estas horas Mazzarri está recuperando el tiempo perdido en el proceso de conocer a sus jugadores y profundizar en la relación a través de charlas personalizadas.
El nudo no está disponible
Algunos, como Anguissa, regresaron a Nápoles la semana pasada sólo unas horas antes de la partida hacia Bérgamo y no hubo tiempo para hablar y profundizar.
Este lunes, el equipo se ha entrenado por la mañana en Castel Volturno sin Olivera, que estará de baja al menos un mes y puede que más. Mario Rui también está lesionado, por lo que el primer problema al que se enfrenta Mazzarri es encontrar un lateral izquierdo.
En Bérgamo, Juan Jesús entró tras la lesión del uruguayo, pero los resultados no fueron brillantes. Para Madrid y también para los siguientes compromisos del campeonato con Inter y Juventus, Mazzarri puede confirmar al brasileño, posiblemente desplazándolo al centro junto a Rrahmani con el uso de Natan como exterior, o confiar en Zanoli, que es diestro pero podría 'sacrificarse' en el lado opuesto.
Este martes, a las 11:30 horas, el Nápoles se entrenará en el Centro Técnico de Castel Volturno y luego partirá hacia España.
Es probable que Osimhen esté en el campo desde el primer minuto. Tras la marcha de Rudi García, parece haber recuperado toda la garra y las ganas de jugar, dejando atrás las lesiones, las polémicas y el estrés ligado al contrato por renovar. Deshacerse de la máscara protectora es probablemente un signo de la nueva dirección que quiere emprender el nigeriano.
En el partido contra el Real, el Nápoles tiene poco o nada que perder. Una derrota estaría en el orden natural de las cosas. Pero las sorpresas en el fútbol siempre son posibles y el Real, que ya está matemáticamente clasificado para octavos, tendrá ocho ausencias (Camavinga, Vinicius, Tchouameni, Kepa, Guler, Caballos, Courtois, Militao y Modric).