Champions League: Guardiola, el ganador que todos quieren ver fracasar

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Más
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Champions League: Guardiola, el ganador que todos quieren ver fracasar
Pep Guardiola
Pep Guardiola
AFP
A pesar del sincero aprecio que le tiene, Inzaghi espera darle otra decepción europea: "En el fútbol, no siempre gana el favorito". Y, en efecto, el Chelsea de Tuchel, que superó al City en la final de hace dos años, no era ciertamente favorito, pero consiguió poner de su parte hasta el más mínimo detalle. Y eso es exactamente lo que tendrá que intentar hacer el Inter para dar la vuelta a todos los pronósticos

Pep Guardiola es un campeón absoluto del banquillo. Negarlo sería sinónimo de prejuicio. Ha ganado tanto, tanto, y sin embargo la sensación es que el'filósofo' de Santpedor aún ha dado al fútbol mucho más de lo que ha recibido.

Es el mejor entrenador del mundo, marcó una época". Ni siquiera Simone Inzaghi, su homólogo mañana por la noche en la final de la Liga de Campeones, lo duda. Sin embargo, cada año, la facción de los anti porteros crece más y más porque Pep es molesto.

Sus mayores defectos son los de haber cambiado el mundo del fútbol y ganar jugando bien. El técnico catalán marcó la pauta, marcó a toda una generación de entrenadores. Y sí, porque junto a los que abrazaron su filosofía crecieron toda una serie de entrenadores cuyo único objetivo era encontrar la manera de neutralizar su fútbol.

El falso nueve
Profimedia

Su primera intuición -que tuvo junto al fallecido Tito Vilanova- fue cambiar la posición de Lionel Messi, trasladándolo de la banda derecha al centro del ataque. En realidad, Pep lo trasladó al centro del juego de su Barça, convirtiendo a un futbolista ya de por sí único en el mejor. Para algunos de la historia.

Pero no todos fueron capaces de entender que el falso nueve no era una imposición, sino una alternativa al fútbol de antaño, ese que necesitaba un referente ofensivo para existir.

De Messi a Haaland

"Nuestro delantero centro es el espacio", le gustaba decir en los tiempos en que lo ganaba todo con el Barcelona. O:'Si pudiera, jugaría con diez centrocampistas'. Dogmatismo sí, pero líquido. Porque Guardiola nunca ha tenido problemas para adaptar sus ideas al entorno.

Su verdadero delantero centro
AFP

Lo hizo primero en Múnich y luego en Manchester y, pese a ello, nunca dejó de ganar: "Ya he aprendido mucho de él y estoy seguro de que puedo aprender mucho más", asegura Erling Haaland, no precisamente un falso nueve.

Y puede que sea el imparable astro noruego quien le dé la satisfacción de ganar su primera copa con la orejona lejos del Camp Nou.

"Sin Messi no podría ganar ni una Liga de Campeones", repiten a menudo sus detractores, que, por desgracia para ellos, no son conscientes de lo ridículos que son.

El examen de la Champions

"Como entrenador llegué a diez semifinales de la Liga de Campeones y jugué tres finales, ganando dos con el Barcelona; ahora estoy en mi cuarta final. La competición me ha dado más de lo que nunca hubiera imaginado.

Y es por ello que uno no puede sino estar de acuerdo con la pregunta retórica formulada por Jorge Valdano para acallar a un impetuoso periodista español que había asegurado que Guardiola va "de fracaso en fracaso": "¿No confundirá, a su edad, a Guardiola con un perdedor?"

Pep y Rodri
Profimedia

En realidad, nadie puede ser tan tonto como para confundirle con un perdedor, pero a muchos les gustaría verle fracasar:'Pep decía que nunca serás grande si no ganas en Europa: ésa es la prueba que tenemos que pasar', reveló Rodri, su equilibrista en el City.

La versión completa del pensamiento de Guardiola, sin embargo, es otra. Y dice así:'Aunque no piense así, entiendo que todo lo que hemos hecho todos estos años, que ha sido genial, sólo tendrá sentido para los demás si ganamos la Champions'.

Tras la estela de Tuchel y Carletto

A pesar de la sincera estima que se le tiene, Inzaghi espera dar mañana por la noche una nueva decepción europea: "Nos enfrentaremos a los mejores, a un equipo fantástico y a un entrenador que ha marcado una época, y para ello tendremos que estar perfectos. En el fútbol, no siempre gana el favorito".

Tuchel sabe cómo hacerlo
AFP

El Chelsea de Tuchel, que venció al City en la final de hace dos años, no era desde luego favorito. Tampoco lo era el Real Madrid de Carlo Ancelotti, que derrotó a los ingleses en los últimos minutos (prórroga incluida) de una de las dos semifinales del año pasado.

"Las competiciones se pueden decidir por episodios y tenemos que ser buenos poniéndolos de nuestro lado, porque pueden marcar la diferencia", añadió Inzaghi. Aquí, más que buscar la perfección, los nerazzurri deberán dedicarse, como hicieron azulgranas y merengues, a controlar los detalles, porque hasta el más pequeño puede valer una Liga de Campeones.