Ninguno de los dos es mejor. Partir de esta premisa es fundamental para entender lo titánica que será la tarea a la que se enfrentará el Inter el próximo 10 de junio en Estambul. Mucho más titánica que eliminar al AC Milan en el derbi de la Eurocopa gracias a las victorias tanto en la ida (0-2) como en la vuelta (1-0).
Manchester City y Real Madrid son, por diferentes motivos, los dos equipos que, sin sombra de duda, cualquier entrenador del mundo preferiría no encontrar en la final de la Liga de Campeones.
Sin embargo, a diferencia del doble desafío contra los rossoneri, los nerazzurri no tendrán sobre sí ningún tipo de presión que no sea la normal y, en cierto modo, positiva de estar cerca de escribir una de las páginas más importantes de la historia de la Beneamata.
Partido: Manchester City > Real Madrid
En vísperas del partido de esta noche en el Etihad, fue el propio Carlo Ancelotti quien calificó al Manchester City como"el equipo más fuerte de Europa en estos momentos". Los chicos de Pep Guardiola, de hecho, son los únicos que siguen en liza por el triplete más importante, tras culminar una sensacional remontada en la Premier League contra el Arsenal.
A diferencia del Real Madrid, es cierto que el City tiene un estilo de juego más 'previsible', pero no en el sentido negativo que muchos suelen darle. Y sí, porque es igualmente cierto que ese estilo de juego es precisamente lo que ha permitido a los ingleses evitar los largos momentos de apagón que viven los españoles que, en Liga, acumulan una diferencia de dos dígitos sobre el Barcelona.
Y precisamente por eso, si los Citizens aterrizan en Estambul, el Inter se encontrará enfrente al equipo que, desde principios de año, ha demostrado tener las ideas más claras de todos y los medios técnico-tácticos para aplicarlas sobre el terreno de juego.
Experiencia: Real Madrid > Manchester City
'Si el Real Madrid llega a la final, la gana'. No hace falta asignar un tema de conversación a estas citas porque, desde hace algunos años, es uno de los mantras más repetidos en el mundo del fútbol. Desde los aficionados hasta los entendidos, todos lo han dicho porque son conscientes de que, cuando las cosas se ponen difíciles, los blancos son los más duros de todos.
Las once semifinales de la máxima competición continental disputadas en los últimos 13 años están ahí para demostrar que, en términos de experiencia, no hay otro club en el mundo que pueda presumir de un hábito de presión -así como de un palmarés- igual al de los blancos.
Un aspecto que Luka Modric ha querido subrayar esta tarde en la sala de prensa. Como para advertir a su próximo rival de los peligros a los que se enfrentará en el Etihad:"Ya estamos acostumbrados.Cuando llega el momento de esas eliminaciones que están al 50% y que se decidirán por los pequeños detalles, nos sentimos tranquilos".
Individualidad: Real Madrid = Manchester City
Aunque el Inter tiene probablemente la mejor plantilla de la Serie A, las del City y el Real Madrid están a otro nivel. Y no hace falta ir a Transfermarkt -para comprobar en detalle su valor global- para darse cuenta de ello.
En cuanto a los españoles, salvo pequeñas variaciones sobre el tema principal, el once de Ancelotti es reconocible sea cual sea el rival al que se enfrente. Carletto confía plenamente en la experiencia de sus senadores, a la que ha sabido combinar virtuosamente el brillo y la clase de jóvenes de la calidad de Vinicius, Rodrygo, Valverde y Camavinga, por citar sólo algunos.
Sin olvidar que los dos únicos futbolistas que han ganado un Balón de Oro desde que Cristiano Ronaldo y Lionel Messi irrumpieron en escena visten de blanco: el propio Modric y Karim Benzema.
En el otro bando, sin embargo, las sorpresas están a la orden del día en lo que a formación se refiere. Pep Guardiola está obsesionado con la perfección, demostrando que tiene el coraje de buscarla independientemente del rival o del momento. Y lo hace experimentando, sin falta, incluso en los partidos más importantes lo que ha ensayado en los entrenamientos.
En el Santiago Bernabéu estaba tan convencido de haber acertado con la formación que no hizo ni un solo cambio. Y al fin y al cabo, cuando tus pupilos se llaman Haaland, De Bruyne, Bernardo Silva, Rodri, Ruben Dias y una larga lista de campeones, nunca es fácil sacarlos del campo. Ni siquiera si los que están en el banquillo se llaman Álvarez, Mahrez o Foden.
