Russell Wilson (35) ya luce de negro y oro en el comienzo de su etapa con el tercer equipo en el que militará desde que llegó a la NFL en el Draft de 2012. Así lo mostraron los Pittsburgh Steelers en sus redes sociales mediante un vídeo en el que se puede ver al mariscal lanzándole el balón a su compañero Roman Wilson (22), seleccionado este año en tercera ronda con el puesto número 84.
Después de otra temporada en negativo (8-9, 7-8 con él en el campo), en 2023, con los Denver Broncos, el ganador del Trofeo Vince Lombardi en 2014 decidió cambiar de aires. Decidió enrolarse en la plantilla dirigida por Mike Tomlin (52), en un movimiento considerado como una auténtica ganga, puesto que los de Pensilvania sólo le pagarán el mínimo de veterano por un año de contrato (1,21 millones de dólares, 1,12 de euros).
El movimiento, teniendo en cuenta el coste económico y que el '3' todavía se encuentra en una buena edad para dar su mejor nivel, se puede catalogar como positivo. Más aún, teniendo en cuenta que ayudará a desarrollar al recién llegado Justin Fields (25), un gran talento procedente de los Chicago Bears.
Trabajo por hacer
Por tanto, el papel de Wilson en los Steelers constará de varios puntos. El primero, y más importante, consistirá en elevar las prestaciones ofensivas de un equipo que, desde el adiós de la leyenda Ben Roethlisberger (42) en 2021, ha dependido casi en exclusiva de su defensa y la genialidad de Tomlin, un tipo que nunca en 17 temporadas al mando de los acereros ha firmado un balance negativo en fase regular.
En ese objetivo inicial le ayudará el nuevo coordinador ofensivo Arthur Smith, que trabajará un sistema muy similar al que hizo triunfar al quarterback natural de Cincinnati (Ohio) con los Seattle Seahawks. Consistirá, casi seguro, en el uso de un buen corredor para distribuir el juego, en este caso Cordarrelle Patterson (33) o Najee Harris (26) y complementar al '3'.
Ahí, la experiencia del ex de Denver jugará un papel fundamental, algo que no tenía Pittsburgh bajo la batuta de Kenny Pickett (25) y que tanto la dirección como el entrenador buscaban con urgencia. También ayudará esa veteranía en el desarrollo de los más jóvenes de cara al futuro.
Tal vez, lo que más complique el trabajo de Wilson sea la falta de previsión en el draft por parte de la franquicia. Deberían haber reclutado un receptor de primera ronda, pero prefirieron elegir a Roman Wilson, de la Universidad de Michigan, en la tercera. Al mariscal podría costarle encontrar opciones a la hora de lanzar, puesto que el único 100% fiable, a día de hoy, es George Pickens (23).