El año 2022 comenzó de color rojo. En Ferrari se frotaban los ojos después de poner en pista el mejor coche en una temporada con nuevas y radicales reglas. Se hablaba de una lucha fraticida entre sus dos pilotos, Charles Leclerc (25) y Carlos Sainz (28), por el título mundial.
Mientras, los anteriores dominadores de la era híbrica, Mercedes, se desangraban con el porpoising, con Hamilton (37) necesitando masajes para sus cervicales día sí y día también. ¿Y Red Bull? Pues ahí andaban, sin volar como el año anterior, pero acercándose poco a poco a los bólidos de Maranello.
La falta de fiabilidad del Cavallino Rampante, las malas decisiones estratégicas en carrera y errores de sus dos pilotos, hicieron que fuesen perdiendo la ventaja adquirida en las primeras carreras. Mientras iban hacia atrás, Red Bull ponía a punto sus alas con un Verstappen que, poco a poco, se iba pareciendo al campéon que acabó con un Hamilton que no se encontró nunca a gusto y fue superado por el 'novato' Russell (24).
Y una vez que llegó ya no dejó nada para nadie, ni siquiera para su compañero, Checo Pérez (32), cuando el título ya estaba más que decidido. Verstappen sumó ni más ni menos que 15 triunfos, el que más en la historia de una temporada, si bien el anterior récord databa de otros años sin tantos Grandes Premios.
El subcampeonato, para Leclerc
En cualquier caso, su dominio ha sido tremendo. Así que la única lucha y emoción que había se encontraba en un subcampeonato que se terminó llevando Leclerc, precisamente por el egoismo de Verstappen.
Red Bull también acabó con el dominio de Mercedes en el Mundial de constructores. Fue una brillante temporada por cómo empezaron, por cómo se adaptaron y por cómo encontraron las virtudes de un coche difícil de conducir, pero que terminó siendo el mejor y más fiable de todos.
Los españoles
En cuanto a los españoles, una temporada se podría decir que decepcionante, con más bajos que altos. A Sainz le costó adaptarse a una máquina diferente, a un nuevo estilo de conducción. Ha acabado bien, lo que da esperanzas de cara al próximo año. Ganó su primera carrera en F1, en Silverstone, lo que le ha quitado mucha ansiedad. Y ha sumado muchos podios. Pero no parece suficiente haber acabado quinto en la clasificación, superado por su compañero de equipo y también por Russell.
Fernando Alonso (41), por su parte, también ha perdido la batalla contra Esteban Ocon. Muchos fallos mecánicos, demasiados e incomprensibles, en su vehículo, le han costado muchísimos puntos. Calcula el asturiano que por lo menos le faltan 60 o más. No anda equivocado. Pero lo que quedará para el recuerdo no son esas brillantes actuaciones sino que el francés quedó por delante de él. Una lástima.