Max Verstappen saldrá en primera posición y será bicampeón si consigue ganar la carrera y hacer la vuelta más rápida. En cualquier caso, tras el Gran Premio de Japón, todavía quedarán otras cuatro citas más (Estados Unidos, México, Brasil y Abu Dabi), de modo que tiene margen suficiente. Sus 11 victorias, frente a las tres de Charles Leclerc y las dos de Sergio Pérez, los más cercanos en la clasificación, suponen un argumento incontestable.

Le han bastado 13 vueltas al neerlandés (1:29.304) -frente a las 20 de Hamilton o las 19 de Russell-, que ha ha superado por solo diez milésimas a su perseguidor más inmediato, el mismo que tiene justo detrás en la general (el monegasco Leclerc), prueba clara de lo ajustada que ha estado la jornada del sábado y lo que puede ser también la carrera de este domingo, muy condicionada por si hay lluvia.

No se ha quedado muy lejos el otro representante de Ferrari, el español Carlos Sainz, a tan solo 57 milésimas del actual líder. Por tanto, todo apunta a que volveremos a ver un duelo entre dicha escudería y Red Bull, tanto a nivel individual como colectivo. Buena metáfora, por otra parte, de lo que está siendo la actual temporada, aunque, igual que en Japón (de momento), con Verstappen como figura más destacada.

Fernando Alonso, deseoso de terminar ya su aventura con Alpine (Gasly es el elegido para ocupar su lugar), partirá desde la séptima posición. El asturiano quiere que ocurra de todo a nivel meteorológico porque sabe que le beneficia. A fin de cuentas, más allá de la experiencia que tiene y su buen hacer en dichas condiciones, tampoco tiene nada que perder a estas alturas, al contrario que aquellos que están en la zona más alta.

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