Feliciano López ha bajado el telón de una obra emotiva, nostálgica y alegre. El deportista, a sus 41 años, ha decidido finalizar una carrera increíble tras caer con Yannick Hanfmann por 6-2 y 6-4 en el Mallorca Open. En medio de lágrimas y aplausos, López ha culminado un proceso que le permitió tocar el cielo del tenis y, además, permanecer en competiciones de máxima exigencia. 

Pudo retirarse por problemas físicos. Existió la opción de frenar el ritmo por culpa de la COVID. Feliciano López, sin embargo, es un deportista con suerte: se ha retirado cuando él lo ha querido. En su país, con su gente. Ninguna enfermedad, problema o lesión. Él ha puesto orden a su tiempo y, en el Mallorca Open, ha finalizado un excelente proceso como tenista profesional. 

A sus 41 años, López admitió que echará de menos competir. ¡Cómo no! Si es el tenista que más veces ha participado en cuadros de la ATP. Finalizó durante 14 temporadas entre el top 50 (en tres de ellas alcanzó el top 20) y, en el último año, demostró que la edad es sólo un número tras vencer a Rublev. 

Londres, el recuerdo más doloroso

López, en este punto, revive cada recuerdo que lo acompañó en su etapa como profesional. El más doloroso, quizás, cuando perdió la oportunidad de ganar en Londres. El mejor, según argumentó en una entrevista con AS, cuando derrotó a Del Potro en la Copa Davis de Argentina. 

Él, visiblemente emocionado, también recuerda cuando ganó un partido de dobles en el ATP 500 de Londres con 40 años. Mientras que López repasa el baúl de sus anécdotas, sus fanáticos lamentan el retiro de un jugador que, pese a la edad, siguió compitiendo al máximo nivel incluso durante su última temporada. 

Al final, fue en Mallorca en donde López bajó el telón de una carrera inmensa. El tenista se retira con siete títulos en su palmarés; alcanzó el puesto número 12 de la ATP; destacó en la Copa Davis, representando a España y, en especial, cerró las puertas con la conciencia tranquila, sin haber bajado el nivel, y sin grandes contratiempos.